La crisis sociopolítica en Nicaragua ha impactado negativamente la producción y comercialización de las rosquillas en Somoto, Madriz, debido al alza de la materia prima y la reducción de la comercialización en el mercado nacional e incluso internacional. Así lo manifestaron varias propietarias de los talleres de rosquillas, muchas de las cuales prefirieron omitir sus nombres porque temen que les perjudique contar la realidad por la que está atravesando ese sector.
Lea además: Turismo en Somoto estancado por ausencia de visitantes y por constante presencia de paramilitares armados
Vilma Martínez Osorio, dueña de uno de los talleres de rosquillas en el sector número 2 de la ciudad de Somoto, manifestó que las ventas desmejoraron totalmente. “Antes de abril teníamos buenas ventas, porque venían bastantes turistas extranjeros a visitar el famoso Cañón y después pasaban degustando las rosquillas con cafecito caliente por los talleres y ahora tenemos como seis meses que vendemos muy poco”, señaló Martínez.
Puede leer: Laura Dogu advierte a inversionistas del riesgo de traer su dinero a Nicaragua
Dijo que hasta pobladores de otros departamentos del país dejaron de visitar a sus parientes en Somoto y que “ahora casi no viene nadie a comprar y por eso estamos produciendo casi la mitad de lo que antes realizábamos y peor ahora que todos los productos con los que se elaboran las rosquillas han subido de precio. Además hemos reducido los días de producción y hasta el personal que trabaja con nosotros estamos alternándolos por días”, expuso.
Sudy Lynn González, del taller de rosquillas “Dorita”, explicó que desde hace seis meses han tenido una baja sensible en la producción de las rosquillas “porque hay menos consumidores y porque los costos de producción se han incrementado debido al alza de algunos derivados de este producto”.
También: Caída del consumo interno provoca reducción en las importaciones de Nicaragua
“El quintal de maíz, la libra de queso, la cajilla de huevos, la tapa de dulce de caña y la carga de leña con que elaboramos las rosquillas han incrementado sus costos desde que hace seis meses estamos en esta crisis en el país”, dijo González.
Más de 50 talleres de la industria de las rosquillas funcionan en la ciudad de Somoto y en el municipio de Yalagüina, ambas zonas del departamento de Madriz, donde en cada pequeño negocio se contrata entre ocho y 24 trabajadores, en su mayoría mujeres, además se benefician a diario familias que forman parte del eslabón de la cadena productiva de este rubro gastronómico.