El médico Gerald José López, originario de Ocotal, decidió exiliarse en Costa Rica, después que el pasado 26 de octubre paramilitares orteguistas intentaron secuestrarlo en la frontera entre ese país y Nicaragua cuando se dirigía a un congreso médico.
López constantemente era objeto de persecución e intimidación y amenazas de muertes por funcionarios del régimen, así como paramilitares y simpatizantes del orteguismo en la ciudad. Era el coordinador de los profesionales de la salud y educación que fueron despedidos en varios municipios del departamento, durante los más de seis meses de rebeldía popular contra el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
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El día en que los paramilitares orteguistas pretendieron secuestrarlo en la zona fronteriza entre Nicaragua y Costa Rica, López le había dado ‘raid’ a la enfermera leonesa Ana María Hernández y a un estudiante universitario, que buscaban refugio en el país vecino.
López explicó que tras pasar por el escáner en la frontera, a bordo de su camioneta, la Policía Orteguista (PO) lo bajó del vehículo y lo requisó. Al no encontrar nada en el mismo, los oficiales lo ingresaron a una oficina para interrogarlo y quitarle su celular.
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“Después me dejan libre y cuando ya había cruzado la frontera unos paramilitares encapuchados me detienen en territorio tico y ahí es que intervienen los policías de ese país y así es que me dejan en libertad, mientras la enfermera y el universitario lograron pasar escondidos”, agregó.
Más de doce trabajadores de la salud (médicos, enfermeras y enfermeros, fisioterapeuta y anestesiólogo) de los hospitales del Jícaro, Jalapa y de la ciudad de Ocotal, en Nueva Segovia, fueron despedidos, además de varios maestros de primaria de ese mismo departamento.
“Con estos despedidos se ha debilitado gravemente todo el sistema de salud y educación en el departamento de Nueva Segovia, y el mayor afectado es la población”, manifestó López.