14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.
Ortega, Silvio Baéz

Orteguismo y sandinismo

La diplomática se refería, obviamente, a los miembros del FSLN que han visto con estupor la masacre, rumian en silencio su disgusto con el curso que ha tomado Nicaragua

En el muy comentado discurso de despedida de la embajadora de Estados Unidos, Laura F. Dogu, señaló que “Estados Unidos está con el pueblo de Nicaragua, incluido los miembros del partido sandinista que están pidiendo reformas democráticas y el fin de la violencia”. Y agregó que durante los tres años como embajadora “hemos estado dispuestos a trabajar con miembros del partido sandinista y seguimos dispuestos a trabajar con aquellos que buscan una reforma democrática”.

Obviamente, no se refería la embajadora al Movimiento Renovador Sandinista (MRS), que rompió con Ortega en 1995, precisamente porque apoyaba la democratización del gobierno de Violeta Chamorro, mientras Ortega se oponía. Ni a las posteriores oleadas del Frente Sandinista repelidos y expulsados por el proceso de privatización orteguista del FSLN, que terminó en el pacto Alemán-Ortega que dio a los dos caudillos el control monopólico de sus membresías partidarias.

La diplomática se refería, obviamente, a los miembros del FSLN que han visto con estupor la masacre, rumian en silencio su disgusto con el curso que ha tomado Nicaragua, y a muchos que en forma dramática hemos visto en testimonios de familiares asesinados diciendo: “¡Lo mataron, y yo que soy sandinista, pero no orteguista!”

El 5 de mayo, muy al inicio de la represión, escribí en LA PRENSA y comenté en Radio Corporación, que “mientras el orteguismo no podrá volver a la estabilidad autoritaria perdida, el sandinismo en su sentido amplio tendrá que ser parte de cualquier solución estable a largo plazo, que solamente puede ser la democratización, también perdida”. Y justo una semana después señalé: “La distinción entre sandinismo y orteguismo es definitiva”. Los eslogan que se corean en las calles de Nicaragua, son de estirpe sandinista: “¡Que se rinda tu madre!, el epopéyico grito de Leonel

Rugama, combatiendo solo contra la Guardia de Somoza, se corea en las manifestaciones contra Ortega, subrayando esa distinción”.

La coincidencia por la lucha democrática entre sectores del antisandinismo y el sandinismo no orteguista, no es tan reciente, aunque ahora esa coincidencia se ha visto engrosada por muchos miembros del FSLN que abierta o disimuladamente no comparten la orgía de sangre en que ha caído Ortega en su afán dinástico. Juntos dimos la batalla en las municipales de 2008, en que Ortega realizó un gigantesco fraude, y juntos respaldamos la candidatura de Fabio Gadea Mantilla en 2011, en que se repitió el fraude, y juntos fuimos excluidos del proceso electoral de 2016, y juntos hemos estado, codo a codo, en la insurrección cívica, con muchísimos, la mayoría de nicaragüenses, que no aceptan el viejo encuadramiento entre sandinismo y antisandinismo.

La Nicaragua del futuro, que ya asoma, nos pertenece a todas y todos los nicaragüenses.

El autor fue candidato presidencial.

Columna del día Orteguismo sandinismo archivo

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí