Por “integridad corporativa” nos referimos a una cultura orientada a desarrollar negocios fuertes, competitivos y sostenibles, fomentando un ambiente de trabajo guiado por valores éticos, morales y legales, procurando que las personas dentro de la empresa tomen decisiones correctas en y con toda su cadena de valor.
Un compromiso íntegro de las empresas, además de imperativo legal, también lo es por razones éticas, pues como se postula en la Norma ISO 26000 de Responsabilidad Social, “el objetivo primordial es maximizar su contribución al desarrollo sostenible” toda vez que “basan su comportamiento en normas, directrices o reglas de conducta de acuerdo con principios aceptados de correcta o buena conducta”.
A nivel mundial, incluyendo a Nicaragua, si bien se percibe un incremento de prácticas de corrupción, hay un resurgimiento de la ética que se manifiesta en Códigos de Conducta, en Tribunales Éticos de Colegios Profesionales y en normativas de control de Instituciones Gubernamentales y Privadas. Aun así, no bastan medidas coercitivas para combatir la corrupción, si no van acompañadas con el esfuerzo educativo para interiorizar en la conciencia de los seres humanos, los principios y valores éticos que deben regular su conducta.
Así como se cuenta con un marco jurídico internacional, también a nivel nacional hay un excelente marco normativo para la mejora del individuo y de la sociedad para prevenir y controlar actos reñidos con la integridad y probidad, aunque dicho esfuerzo y mecanismos se ha visto limitado con la inapropiada actuación e implementación de dichas normativas por parte de algunos funcionarios.
Existen múltiples Plataformas de RSE y declaraciones internacionales y nacionales para fomentar la ética e integridad a nivel público y privado. Para este último caso, se cuenta con los Principios del Global Compact de las Naciones Unidas; Directrices de la OCDE para Empresas Multinacionales; estándares de Informes del Global Reporting Initiative (GRI), los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre Derechos Humanos en empresas y la Declaración Tripartita de la OIT, entre otras. En Centroamérica, se impulsan Declaraciones específicas de la Red IntegraRSE y sus organizaciones afiliadas en la región, como uniRSE en Nicaragua, entre otras.
Esta última organización apuesta a impulsar un comportamiento íntegro y un alto estándar de gobierno corporativo, lo cual contribuirá a ser percibidos como entidades más confiables y con funcionarios y colaboradores comprometidos con una cultura transparente que sin duda mejorará la reputación y posición competitiva de la empresa y conservar su Licencia Social de Operación, entre otros.
El autor es máster en RSE con enfoque de DD.HH.