Las delegaciones de Canadá y Estados Unidos en la Organización de Estados Americanos (OEA) advirtieron este 5 de noviembre, que la represión y violencia que existe en Nicaragua por parte de las fuerzas del régimen de Daniel Ortega puede provocar una crisis migratoria similar a la que hoy existe en Venezuela, donde más de 2.3 millones de venezolanos se han forzado a salir de su país debido a la crisis alimentaria y la persecución política.
Este lunes se realizó una reunión ordinaria el Consejo Interamericano para el Desarrollo Integral (CIDI), donde se expuso un análisis del “Impacto regional sobre el desplazamiento forzado” de las poblaciones en los países latinoamericano debido a la violencia política, la inseguridad, la falta de oportunidades laborales entre otros factores.
Durante la sesión, el representante alterno de Canadá, Mateo Barney, expresó al igual que Venezuela la situación de Nicaragua “debe de ser preocupación” debido a que la población “huye de la represión y violencia que está viviendo en su país”.
Le puede interesar: Régimen orteguista castiga a alcaldías opositoras con transferencias municipales
La delegación de Canadá hizo un “llamado al gobierno” de Ortega a cesar la violencia, a la vez que se alertó al resto del hemisferio a estar atentos a la situación en Nicaragua donde, se dijo puede estar encaminándose a un problema migratorio similar al que ya existe en Venezuela.
Desde abril, el régimen orteguista ha reprimido las protestas ciudadanas que exigen la salida del poder de Ortega y de su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo.
Organismos de derechos humanos internacionales y nacionales han documentado más de cuatrocientos asesinatos, miles de heridos, cientos de presos políticos y la criminalización a la protesta como parte de la represión contra el pueblo por parte de la dictadura Ortega-Murillo.
Miles de nicaragüenses han optado por salir del país ante el temor de ser secuestrado por la Policía Orteguista y grupos parapoliacias y se acusados como “terroristas” como más de 300 ciudadanos que hoy están procesados por haberse levantado contra el régimen. La mayoría de los que han salido de Nicaragua han migrado a Costa Rica.
Lea: Nicaragüenses en Costa Rica pasan hambre y duermen en la calle
Miles huyen
Linyi Maricel Baidal, representante alterna de Costa Rica en la OEA, expuso este lunes que para su gobierno “es muy preocupante” que registran un “1,300 por ciento de aumento en las solicitantes de asilo” en 2018 comparado al año anterior, siendo los nicaragüenses los que encabezan esas peticiones.
Baidal denunció que “en Nicaragua se vive violencia política”, y que desde enero a septiembre las autoridades migratorias de Costa Rica registra “un flujo de 52 mil nicaragüenses”, de los cuales “40,386 han expresado la necesidad de protección” por temor a regresar a su país.
La embajadora Baidal precisó que la mayor llegada de nicaragüenses hacia Costa Rica se dio entre abril y septiembre, “y que existen ya 13,617 solicitudes formales de asilo o refugio”, los cuales están en revisión por parte de Migración a fin de darles una pronta respuesta.
Baidal exaltó que en una reciente visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) “valoró positivamente la política de acogida” del gobierno costarricenses hacia “por los miles que han sido forzados de huir de Nicaragua”.
Lea: CIDH: más de 40 mil nicaragüenses han solicitado protección en Costa Rica
Mencionó que su gobierno “se compromete a hacer suyas las recomendaciones de a CIDH” para mejorar las condiciones de los migrantes de cualquier país que llegue a Costa Rica.
La versión del orteguismo
El representante alterno de Nicaragua en la OEA, Luis Ezequiel Alvarado, respondió con ataques contra las delegaciones que insisten en recriminar al régimen orteguista.
Alvarado mantuvo el discurso del régimen al decir que todo se trata de “una política de invención” como parte de “la campaña republicana (de Estados Unidos) para usar a Venezuela y Nicaragua”.
“Si algo debe pararse es la agresión de Estados Unidos hacia nuestro país, debe pararse la política del gran garrote y la zanahoria” y “de que sigan financiando a grupos terroristas y sobretodo la economía”, dijo Alvarado.
Riesgo a la seguridad
En la reunión del Consejo Interamericano para el Desarrollo Integral (CIDI), se volvió a exponer que la crisis migratoria venezolana es una amenaza para todo el continente americano que requiere una respuesta coordinada de los países de la región.
Según lo expuesto, la migración de Venezuela es un tema de riesgo regional y representa una amenaza a la seguridad, la paz, la tranquilidad en el hemisferio.
Según cálculos de la ONU, cerca de 2.3 millones de venezolanos han abandonado su país debido a la crisis política, social y económica y, de ellos, casi un millón se han instalado en Colombia.
Sin embargo el régimen de Nicolás Maduro no reconoce esa crisis migratoria.