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La embajadora de Alemania Ute König acompañada de Philippe Létrilliart, embajador de Francia, durante la inauguración del Centenario del Fin de la Primera Guerra Mundial, evento realizado en la Alianza Francesa de Managua. LA PRENSA/ROBERTO FONSECA

Hace cien años armisticio puso fin a la Primera Guerra Mundial y no hubo necesidad de una ley de reconciliación

En su mirada de espanto Philippe Létrilliart, embajador de Francia, refirió que esta fue una “guerra industrial y horrorosa de cuatro años y cuatro meses que inauguró el Siglo XX”

“La era industrial produjo la guerra más dura, más mortífera que jamás se había visto”, recordó conmocionado Philippe Létrilliart, embajador de Francia, durante la inauguración del Centenario del fin de la Primera Guerra Mundial (1918-2018), en la Alianza Francesa de Managua.

A esta conmemoración que quitó el velo al espectro de la guerra y levantó la bandera de la paz y amistad franco-alemana, asistió Ute König, embajadora de Alemania, quien reflexionó sobre el error de los militares, el armisticio y el largo proceso de reconciliación y reparaciones de la guerra sin necesidad de una ley de reconciliación.

En esta Gran Guerra —destacó Létrilliart— murieron más de medio millón de soldados y 17 millones de civiles. Se movilizaron más de 73 millones de hombres en el mundo, 48 millones del lado de las potencias aliadas, y 25 millones del lado de las potencias centrales.

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Létrilliart en su mirada de espanto refiere que fue una “guerra industrial y horrorosa de cuatro años y cuatro meses que inauguró el Siglo XX”, tiempo profetizado por el filósofo Friedrich Nietzsche como “un siglo de grandes guerras libradas en nombre de la ideologías”.

La exposición Clemenceau chef de guerre (Clemenceau, el jefe de guerra) fue inaugurada el miércoles en la Alianza Francesa de Managua. LA PRENSA/Roberto Fonseca

“La Primera Guerra Mundial que comenzó con caballos terminó con tanques, con aviones y con submarinos, con esta alta tecnología militar que en cierta forma utilizamos hoy. Este cambio tecnológico tuvo consecuencias dramáticas”, explicó Létrilliart.

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Muchos tenían la idea de terminar la guerra en pocas semanas y volver a casa, pero se impuso el mundo industrializado y el juego de las alianzas de Inglaterra, Rusia, Francia, Alemania, Austria, pero también países pequeños como Luxemburgo. Y que se expandió a Medio Oriente, Asía, África, y finalmente las Américas, refirió el diplomático.

La guerra, los militares y las nuevas armas

Al respecto Ute König, embajadora de Alemania, en su discurso señaló que “los militares, no solo en Alemania se equivocaron al pensar que la guerra iba a ser un tiroteo corto y para Navidad volverían a casa”, y además “subestimaron el poder de las nuevas armas y tecnologías”.

“La Primera Guerra Mundial es la primera guerra industrializada de la historia de la humanidad, un conflicto regional se convirtió en una guerra mundial que duró cuatro años y mató a 17 millones de personas”, reflexionó la diplomática.

La llamada Gran Guerra inició un 28 de julio de 1914, y finalizó con un armisticio el 11 de noviembre de 1918.

Entre traumas y amistad

“Esta Primera Guerra Mundial es parte todavía hoy de nuestra memoria familiar”, dice por su lado Létrilliart quien recuerda a uno de sus tíos que no querían ir a la guerra.

“A él lo metieron a la fuerza al tren y se murió en los primeros combates de agosto de 1914”. Y cuando le hablan de los traumas de la guerra recordó a su bisabuelo, “él volvió a la casa cuatro años después y nunca quiso hablar ni una palabra de la guerra”, dice.

En este sentido la memoria y una historiografía honesta —señala Létrilliart — les ha ayudado a superar los traumas de la Primera Guerra Mundial, incluyendo el de la Segunda Guerra Mundial.

Este ha sido posible por medio de un proceso de “voluntad de perdón”, que les permitió encontrar “reconciliación y paz en Europa”, indica.

Y en el caso de su país el símbolo más fuerte ha sido la amistad franco-alemana, y es por eso que juntos con Alemania han lanzado en Nicaragua esta semana de conmemoración.

Al respecto König comentó que ambas embajadas “ han planificado esta celebración con sentimiento de amistad y de responsabilidad compartida”.

Luego resaltó que “cien años después de la Primera Guerra Mundial, una Europa de guerra se ha convertido en una Europa de paz, franceses y alemanes una vez llamados enemigos hereditarios están unidos hoy como buenos amigos. Hemos ganado la paz”.

En estos nuevos tiempos de desafíos de paz es importante “cultivar una cultura europea del recuerdo”, remarcó König.
Alemania no tiene una ley sobre la reconciliación

Para la diplomática alemana, la reconciliación ha sido un proceso largo, con muchos encuentros de jóvenes, políticos y personas de muchas ciudades y universidades, y eso ha tomado tiempo.

“No tenemos una ley alemana sobre la reconciliación, solamente ley sobre reparaciones”, destacó la diplomática. Luego observó que solo con la voluntad política de todos ese proceso de la reconciliación logró cambiar la relación para siempre.

“En el mundo de hoy se dice que una imagen vale más que mil palabras, por eso la exposición sobre Clemenceau va a ser impresionante”, observó König. La exposición Clemenceau chef de guerre (Clemenceau, el jefe de guerra) fue inaugurada el miércoles en la Alianza Francesa de Managua.

 

Cultura I Guerra Mundial archivo

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