No era un jamón como se imaginó. San Martín es una isla con un futbol pequeño como casi todas en la Concacaf que va creciendo poco a poco futbolísticamente. Orden en la estructuración del juego que se caracterizó por salir desde atrás y buscar los espacios, fueron los argumentos con los cuales le hicieron frente a la Sub-20 de Nicaragua que marcó diferencia en las jugadas puntuales de los goles del triunfo 2-0.
Las mejores llegadas a gol las generó la Azul y Blanco, que sabe moverse por las bandas, sin embargo careció del último pase y un definidor. La primera advertencia la realizó en una acción a balón parado con el central Juan Luis López, quien cabeceó al travesaño y en el rechace Amfed Lúquez no pudo rematar en la primera parte.
San Martín logró una proyección llamativa que el portero Denillson Gutiérrez interceptó en la primera parte y después volvió aparecer en el complemento cuando el partido estaba 1-0 a favor de las nicas. La tropa dirigida por Mario Alfaro ejecutó una acción colectiva reflejando de superioridad: recuperó el balón en el medio campo, abrió con Lúquez, quien centró al punto de penalti. Ahí llegó el recién ingresado Eliam Palacios disparando al travesaño y el rechace lo tomó el otro de los cambio, Dominic Pineda, quien pasó el esférico a Estarling Mercado (47’).
El inclemente sol de Florida dejó tieso a los caribeños, mientras los naciones lucieron mejor manteniendo su idea de juego. Otra vez una acción por la banda, generó el 2-0. Desde el costado derecho, se proyectó Pineda, centró a Mercado, quien de espalda al arco cedió a Palacios (76) y el delantero nica con un potente remate sentenció.
Los minutos finales fueron de trámite. La Azul y Blanco ganó su segundo duelo consecutivo y solo le falta repetir la fórmula contra Granada, un adversario superior, el 10 de noviembre en el cierre del Campeonato Sub-20 de Concacaf.