Con un centro del campo escaso de lujo y con un planteamiento raquítico en el que se paladea el error del rival por encima del acierto propio, el Manchester United sucumbió ante la consistencia y tranquilidad de un Manchester City consciente de su superioridad que salió a ritmo de olés del derbi (3-1).
David Silva primero, Sergio Agüero después y Ilkay Göndogan al final, destaparon las carencias de un Manchester United que salió con un trivote defensivo en el centro del campo y al que el tempranero gol del español despertó cuando ya era tarde.
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El plan de Mourinho, de esperar atrás y lanzarse según pasaran los minutos, pronto se marchó al cajón de las malas ideas por la bendita impaciencia de los de Guardiola.
El trivote planteado por el técnico luso no frenó la incansable posesión del rival y, con todas las líneas cerradas, el United no paró la rápida conexión en tres toques de los Sky Blues.
Entre las decisiones de Mourinho destacó la de dejar en el banco a su delantero referencia, Romelu Lukaku. El belga vive días grises en la ciudad mancuniana y así lo demuestran el hecho de que no ve puerta desde el pasado 15 de septiembre.
Guardiola había dado refresco a los suyos con Leroy Sané y el partido se convirtió en una pelea entre dos equipos dispuestos a no equivocarse.
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El United se queda octavo con 20 puntos, mientras que el City comanda la tabla con 32 unidades, dos por encima del Liverpool.
Histórico
El Chelsea podrá presumir de tener al primer entrenador de la historia de la Premier League en permanecer invicto en sus doce primeros partidos en la competición, pero con el inconveniente de haberse dejado dos puntos en la visita del Everton a Stamford Bridge (0-0).
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