El cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua, hizo un llamado a la feligresía católica para que durante las festividades marianas se eleven plegarias por “los hermanos, las víctimas, los heridos, los alejados, los privados de libertad, las familias divididas”, según una nota que hizo circular el domingo y dirigida a la feligresía y clero de la Arquidiócesis.
Brenes instó a los católicos a celebrar las festividades en honor a la Virgen de la Concepción de María con “prudencia y sentido común”, “austeridad y la máxima piedad, teniendo muy en cuenta la realidad concreta de su comunidad”.
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El país vive el luto que invade a las familias nicaragüenses por los centenares de muertos provocados por la represión orteguista desde abril pasado, aunque la dictadura quiere imponer un ambiente de “normalidad”.
Brenes, presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), puntualizó los criterios pastorales a tomar en cuenta a la hora de celebrar la tradición religiosa que inicia a finales de noviembre con las novenas a la Virgen y se extienden al 7 de diciembre, el día de la Gritería.
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Altares a la Virgen María, en los hogares e iglesias católicas, dulces o alimentos y — hasta el año pasado— la quema de pólvora artesanal han sido parte de la algarabía de la celebración.
este año sin pólvora
Ante la nueva disposición de la Policía Orteguista de prohibir la importación, elaboración, comercialización y manipulación de morteros, cargacerradas de vara y bombas artesanales que suelen venderse en esta época del año, Brenes pidió, a través de la circular, asumir con “serena responsabilidad y discernimiento” los cambios en los elementos que, aunque tradicionales y culturales, se podrían ver limitados por las circunstancias actuales del país.
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Brenes ofició una misa en la Iglesia Santa Rita, Managua, en la que confirmó el contenido de la circular.
La Gritería es una de las tradiciones más conocidas de Nicaragua. Este año, el cardenal invitó a celebrar con gozo, alegría, pero sobre todo con mucha sencillez. “En oración, reflexión y pidiendo a nuestra Madre que es reina de la paz, que ella interceda por nosotros para que vayamos construyendo una paz sólida, que no hayan confrontaciones”, agregó después de la celebración eucarística.
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Brenes afirmó a los periodistas que el grito de la Purísima, que se celebra cada 7 de diciembre, será a las 6:00 de la tarde, como tradicionalmente se ha realizado. Sin embargo, dejó abierta la posibilidad de cambio según la situación que vive cada parroquia en el país.
Monseñor Luis Alberto Herrera, rector de Catedral, por ejemplo, dijo por separado durante su homilía que en su caso se realizará entre mediodía y seis de la tarde.
Brenes se refirió también a la ley de “reconciliación” del Gobierno, y aseguró que la clave de “la reconciliación comienza desde el corazón”, mientras el obispo auxiliar, Silvio Báez, dijo en otra parroquia de Managua que la reconciliación no es posible sin establecer la verdad y la justicia de la que brota la paz.
“A mí que me revisen”
Al final de la misa que ofició Silvio Báez en la iglesia Jesús Resucitado, Managua, agradeció la confianza de los presentes.
“Yo aquí estoy todo, como decimos bromeando: ‘a mí que me revisen’. No tengo nada que ocultar. No les niego que he pasado momentos difíciles porque uno es humano y la debilidad aflora en algunas circunstancias de la vida”, compartió el obispo que ha sido víctima de una campaña sucia del orteguismo por su posición de defender los derechos humanos de la población.
Báez aseguró que en los últimos meses la Iglesia se ha unido más en el amor y la fe que brota de Jesucristo.