Un día después que hubo manifestaciones azul y blanco en zonas de comida rápida de centros comerciales de Managua, la Policía Orteguista (PO) se tomó estos lugares para evitar estas expresiones de protesta ciudadana contra el régimen de Daniel Ortega.
El domingo, en las áreas de comida rápida de Metrocentro y Galerías Santo Domingo se mantuvieron apostados policías manga corta, confirmó LA PRENSA en un recorrido por estos centros comerciales, mientras en los parqueos circulaban camionetas policiales con las tinas cargadas de policías antidisturbios, apertrechados y fuertemente armados, con su característico uniforme oscuro.
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La presidenta del Movimiento Renovador Sandinista (MRS), Suyén Barahona, dijo que la presencia policial en los centros comerciales demuestra la paranoia del régimen orteguista y es “una manifestación de que aquí nada está normal”, como pretende hacer creer el régimen orteguista.
“A pesar de esa presencia policial, que los hace ver realmente como paranoicos y desesperados, porque están claros de que el pueblo no está con ellos, estoy segura que los ciudadanos van a seguir manifestándose de manera creativa, hasta lograr la liberación de cada uno de los presos y presas políticos, para lograr una Nicaragua libre con democracia y justicia”, aseveró Barahona.
La política consideró que la presencia policial en los centros comerciales “es una reacción al hecho de que en esta última semana se han realizado acciones de protesta cívica en esos lugares” de manera exprés, para no ser detenidos por la PO.
“Este gobierno fascista cree que colocando a policías va a intimidar y va a detener la protesta cívica y nuestro derecho a manifestarnos”, agregó Barahona.
Suyén Barahona fue una de las 38 personas detenidas el pasado 14 de octubre, durante un plantón ciudadano en Camino de Oriente, Managua.
Estos detenidos fueron liberados, un grupo el mismo día y el resto al día siguiente, sin embargo, aún siguen presas más de quinientas personas por participar en las protestas contra el régimen orteguista. El oficialismo solo reconoce 273 presos, pero los acusa de terrorismo, crimen organizado, narcotráfico, entre otros delitos.
Sin espacio para protestar
El régimen orteguista intentó sepultar la protesta civil en las calles en los últimos siete meses, a través de la represión policial y paramilitar contra cualquier tipo de expresión de oposición y crítica a Ortega, aunque se trate de una persona ondeando la Bandera Nacional azul y blanco.
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Entre 325 y 535 personas han muerto por la represión desde el 19 de abril, cuando comenzaron las protestas que demandan la salida de Ortega del poder y más de quinientas están presas por su participación en estas manifestaciones, según cifras de organizaciones de defensa de derechos humanos.
En los últimos días, la imagen de la Policía se ha visto más cuestionada por la divulgación oficial del entrenamiento de policías en un curso de tácticas militares, que ha hecho creer a los críticos y opositores que el orteguismo se prepara para una guerra y que no está dispuesto a negociar una salida pacífica a la crisis.
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Ivania Álvarez, miembro de la Articulación de Movimientos Sociales, opinó que todo indica que la Policía tiene una orden de irrumpir en cualquier espacio público o privado para evitar las manifestaciones ciudadanas.
“Aquí hay una dirección nacional de la Policía dispuesta a reprimir a cualquier costo y en cualquier lugar, lo que es muy peligroso. Con esto (el orteguismo) manda un mensaje claro de que van a seguir torturando, apresando, secuestrando y la Policía es su cómplice”, valoró Álvarez.
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Aun así, la activista social dijo que esta nueva situación les plantea el reto de seguir inventando nuevas formas de protesta pacíficas.
Álvarez también manifestó que el temor que impone la Policía en los espacios públicos está haciendo quebrar los negocios, principalmente en estos centros comerciales, donde cada vez son más las tiendas que han cerrado.
En ese sentido, Álvarez expresó que el mismo régimen, que tiene una campaña de que el país regresó a la normalidad, se contradice al estar rompiendo con la tranquilidad en los centros comerciales, con la presencia de policías.
La Navidad de Daniel Ortega
El régimen orteguista intenta hacer creer que el país regresó a la normalidad y está en una campaña de promoción de la Navidad en todos los municipios del país.
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Barahona aseveró que las luces navideñas no harán olvidar a los presos políticos ni a las personas que murieron por la represión.
“Podrán poner los adornos navideños que ellos quieran, sin embargo, el pueblo de Nicaragua no abandona ni olvida a sus asesinados, ni a los presos políticos, ni a todas las familias que están sufriendo debido a la dictadura de Daniel Ortega y Murillo”, refirió.
Luisa Molina, vocera en Managua de la Coordinadora Civil, manifestó que ni siquiera la familia de la pareja dictatorial, Ortega-Murillo, pasará una Navidad normal este año, por muchos esfuerzos que haga el régimen de tratar aparentar que no ha pasado nada.
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Molina añadió que solo el régimen orteguista está promoviendo la Navidad en Nicaragua, en momentos que ninguna casa particular se ve adornada, ni hay ánimos festivos por la pobreza y el desempleo de muchas personas en el país.
Los preparativos navideños orteguistas le parecen a Molina una gran ofensa a todas las madres que perdieron sus hijos por la represión orteguista.
“Creo que hay un acuerdo tácito en los nicaragüenses de no celebrar absolutamente nada”, afirmó.