Millones de adolescentes y adultos jóvenes, entre 12 y 35 años, de países con ingresos medios y altos, corren el riesgo de perder la audición, advierte la Organización Mundial de la Salud (OMS). La mitad de estos casos es porque no utilizan bien los audífonos.
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“El daño que se produce en el oído interno, ya sea porque el sonido es muy elevado o porque se prolonga mucho en el tiempo, es muy preocupante en los jóvenes”, indicó a la revista BuenaVida el otorrinolaringólogo de HM Hospitales, Alejandro Harguindey Antolí-Candela. Según BuenaVida, un nivel de entre 10 y 30 decibelios se considera bajo y es, por ejemplo, el del tono de voz que usamos en una biblioteca.
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Un ruido moderado es el que está entre los 30 y los 50 decibelios, es decir, el de una conversación normal. Arriba de 75 decibelios son ruidos ya muy altos.