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El abogado y disidente del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), Francisco Gutiérrez, de 58 años, se ha convertido en uno de los rostros visibles de las protestas en contra del régimen de Daniel Ortega en Boaco. Sus manifestaciones van desde marchar con la bandera azul y blanco por las calles de esta ciudad, pintarse los labios en color rojo y pintar su casa con los colores de la bandera de Nicaragua. Según él “es para expresarle a la población que estos deben ser los únicos colores que nos representen y que el régimen no merece que se siga sacrificando al pueblo”.
“Pinto mi casa así por varias razones: porque me gusta esos dos colores; es mi bandera y porque coincide con la coyuntura, esa es la manera de transmitir que todos somos nicaragüenses”, dijo el poblador.
Para Gutiérrez no debe abandonarse la manifestación cívica y ahora se debe innovar, ya que las concentraciones para protestar fueron prohibidas por la Policía Orteguista (PO).
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“Hay gente que tiene otras ideas y todas son buenas, pero debemos dejar de lado los intereses personales y aprender a ser nicaragüenses”, añadió.
Abogado de los presos políticos en Boaco
El abogado se ha encargado de la mayoría de los casos de los perseguidos políticos en la ciudad de dos pisos, quienes son capturados por la Policía Orteguista para investigar su participación en las manifestaciones. Asimismo, destacó que ha dado acompañamiento a oficiales y comisionados de la policía que se han retirado para no reprimir al pueblo.
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“Asumí esto porque me identifico plenamente con la lucha de estos perseguidos políticos, claramente perseguidos políticos, por esta dictadura que es cruel y que desde hace años dijimos que iba a hacer las mismas cosas que Somoza, que hasta ahora no había visto cuestionado su poder”, agregó.
Parte de los pico rojo
Gutiérrez fue el único hombre de la ciudad que se atrevió a salir a las calles con los labios pintados en rojo, una forma de protestar contra el encarcelamiento de los manifestantes.
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“Me pinté la boca de rojo, fui a los tribunales, al mercado, hice mi vida normal con el pico rojo, eso me llamó la atención y asumí como propia esa manera de protestar de esas mujeres valientes y para respaldar a los presos políticos que están sufriendo cárcel de una manera cruel, inhumano y degradante, en especial, los presos de Boaco, porque la población sabe quiénes son los homicidas”, dijo.
Dictadura se veía venir
El abogado señaló que actualmente no pertenece a ningún partido político y que su ruptura con el FSLN se dio a inicios del año 2000 cuando este partido tramaba el pacto con el Partido Liberal Constitucionalista (PLC) para volver al poder.
“Un grupo de compañeros nos opusimos al pacto previendo que se iban a repartir las instituciones y eso nos iba a costar caro, nos iba a quitar la democracia e íbamos a terminar en una dictadura”, relató.
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Para el poblador, la salida a la crisis que enfrenta el país desde hace seis meses está en manos de Daniel Ortega, puesto que él controla todas las instituciones estatales.
“Si Daniel quisiera y amara tanto al pueblo como dice, ya habría dicho basta y hubiese buscado la salida, pueblo de Nicaragua, porque los amo me voy, porque ser funcionario público es un servicio y no un empleo para lucrarse, como hemos visto todos estos años”, concluyó.