Los Obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) se encuentran reunidos desde este lunes en el Seminario Arquidiocesano Nacional Nuestra Señora de Fátima, en Managua, donde analizarán durante tres días la crisis de Nicaragua que este martes cumple 210 días, informaron fuentes eclesiásticas.
La represión gubernamental ha dejado centenares de muertos, heridos, presos políticos, desaparecidos y miles que han tenido que huir tras la represión estatal.
Monseñor Abelardo Mata, vocero de la CEN y obispo de Estelí, informó que los jerarcas católicos habían consensuado un documento en que abordarían la crisis que afecta al país desde el pasado 18 de abril, pero no dio detalles sobre el mismo.
Monseñor Miguel Mántica, uno de los párrocos más cercanos a la Arquidiócesis de Managua, dijo con seguridad que los Obispos dirían algo sobre la situación del país.
“Los Obispos se reúnen a partir de hoy (este lunes) y el miércoles darán a conocer un mensaje al pueblo de Nicaragua”, insistió Mántica.
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Otra fuente episcopal, que prefirió el anonimato, reveló que los prelados abordarán el papel que a la Iglesia católica le ha tocado desempeñar desde que explotó la rebelión ciudadana en abril, cuando miles de ciudadanos salieron a las calles a protestar contra la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
La fuente confió que los obispos darán a conocer su posición sobre la propuesta que el ejecutivo trabaja para “reconciliar” al país, a través de una política que se convertirá en ley y que ha sido rechazada de previo por distintos sectores de la población que no se explican cómo Ortega pueda lograr esto después de ser el verdugo de la ciudadanía.
Relación Iglesia-Gobierno en su peor momento
Los Obispos del Episcopado participaron como mediadores y testigos del diálogo nacional por invitación expresa del dictador, Daniel Ortega.
Sin embargo, el régimen nunca tuvo voluntad de resolver la crisis socio política del país y más bien Ortega socavó el diálogo y el 19 de julio pasado declaró la guerra a los obispos.
Ortega acusó de golpistas a los religiosos, pero además, de ocupar sus parroquias para almacenar armas .
Los ataques a Báez
La campaña gubernamental contra la Iglesia Católica ha venido en escala, pero se ha centrado en ataques contra el Obispo Auxiliar Silvio Báez, a quien el régimen trata de responsabilizar de los actos de violencia que calificó como parte de un golpe de Estado.
Báez es una de las figuras más relevantes de la CEN por su compromiso con la defensa de los derechos humanos y la democracia.
El papa bien informado
Monseñor Carlos Enrique Herrera, Obispo de la Diócesis de Jinotega, quien se reunió recientemente con el Papa Francisco, en Roma, explicó vía telefónica que el pontífice está bien informado de la crisis del país.
De acuerdo con Herrera, el Papa Francisco ha expresado a los obispos que la salida para que en el país haya una solución es a través del diálogo nacional.
Insiste en diálogo
“Él (Francisco) conoce bien lo que está sucediendo en el país y lo que él está pidiendo para que se restablezca la paz es que debemos dialogar”, expresó el obispo franciscano escuetamente.
A pesar de la campaña de desprestigio y amenazas de muerte contra varios de los obispos del Episcopado, el cardenal Leopoldo Brenes afirmó que no desistirán del diálogo y reiteró el pedido de adelantar las elecciones como opciones para lograr la pacificación del país. Así lo hizo en una entrevista a un medio italiano.
Monseñor Mántica sostiene que la Iglesia católica siempre ha demandado un “sistema democrático más genuino y auténtico” en que todos los nicaragüenses puedan “participar en la vida del país, pero sin exclusiones”.
Rechazo de Ortega
Los Obispos, como mediadores y testigos del Diálogo Nacional, le entregaron el pasado 7 de julio al dictador Daniel Ortega una propuesta para democratizar el país.
El dictador guardó silencio. Los religiosos ofrecieron a Ortega una salida por la vía pacífica y constitucional y una de estas opciones fue planteada por los jerarcas católicos a través de elecciones anticipadas.
Meses después de ese encuentro, Ortega fue claro y dijo que las elecciones serían hasta 2021,. De esa manera rechazó la propuesta de la jerarquía católica que insiste que la solución a la crisis es el diálogo, lo que miles de ciudadanos han pedido en las calles, así como un cambio democrático.