Decenas de autoconvocados en Madrid, Granada y la Coruña se manifestaron este domingo, por separado, para protestar contra el régimen de Daniel Ortega y demandar que los responsables de la represión sean llevados a los tribunales de justicia nacionales e internacionales.
Los manifestantes pidieron la libertad de los presos políticos de Ortega– cuantificados en 600– un número que equivale a más del doble de los que tiene a su aliado político Nicolás Maduro: 243.
“Se deben de llevar a los culpables a tribunales locales e internacionales y que sean castigados. También se debe brindar reparación material y moral a las víctimas, y finalmente brindar garantías de que esta ola represiva, de que este genocidio y comisión de delitos, no se repetirá; a través de profundas reformas al Estado”, instaron los nicaragüenses en una proclama leída cada uno de los lugares donde la población se manifestó.
La jornada ha estado marcada por el reclamo contra la dictadura con todos los símbolos de la resistencia pacífica: la bandera azul y blanco, algunas fotografías de las víctimas de la represión, así como mantas con la imagen grande de unos labios con el mensaje de “Pico Rojo”, el cual se hizo viral en Nicaragua desde octubre pasado.
El 14 de octubre, cuando la Policía Orteguista capturó a decenas de manifestantes en Managua, uno de ellas fue la activista Marlen Chow. Al ser interrogada por las autoridades les dijo que era de la Asociación de Mujeres Nicaragüenses Picos Rojos. Su respuesta provocó una ola en las redes sociales de hombres y mujeres, por igual, pintándose los labios en rojo ardiente, tal como la activista había respondido a los oficiales.
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“Dictadura Cruel y sanguinaria”
En el escrito, leído en España en ocasión de los siete meses que han transcurrido desde que iniciaron las protestas de la ciudadanía, se calificó como “una dictadura cruel y sanguinaria” a la de Ortega. Según organismos de derechos humanos nacionales e internacionales, la represión ha dejado entre 325 y 535 fallecidos.
“Rechazamos la imagen de falsa normalidad de Nicaragua impuesta por la actual dictadura y nos unimos al clamor del pueblo nicaragüense pidiendo la salida del dictador Daniel Ortega y de su esposa y co-dictadora Rosario Murillo, a través de elecciones libres adelantadas con fecha acordada a más tardar a mediados del 2019, tal como ha sido planteado en el diálogo nacional”, dijeron.
También se pronunciaron a favor del reciente pronunciamiento del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), que recientemente dijo que debe haber reconocimiento de responsabilidades y que la justicia sancione a los responsables después que se conoció una propuesta de reconciliación del gobierno, la que ha sido cuestionada por distintos sectores.
En Granada también los nicaragüenses han ofrecido su respaldo a Monseñor Silvio Báez, Obispo Auxiliar de Managua, quien es objeto de una campaña de desprestigio del régimen de Ortega.
LA PRENSA/Cortesía
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