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El antimotín Julio César Espinoza Gallegos. LAPRENSA/Cortesía

Expolicía antimotín en espera de fallo

Según Elieth Espinoza, hermana del procesado, en la audiencia de este martes se evacuó toda la prueba, es decir la Fiscalía terminó de incorporar a sus testigos

Los familiares del expolicía antimotín Julio César Espinoza Gallejos, originario de Diriamba, Carazo aún siguen estresados, pendientes de conocer el fallo de la juez Nancy Aguirre, titular del Juzgado Décimo Distrito Penal de Juicio de Managua, contra su reo político. El martes fue suspendido el juicio en horas de la tarde y reprogramado para el próximo 28 de noviembre.

Según Elieth Espinoza, hermana del procesado, en la audiencia de ayer se evacuó toda la prueba, es decir la Fiscalía terminó de incorporar a sus testigos y la defensa Karla Sequeira, de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) pasó como prueba de descargo a cinco testigos a favor del joven expolicía.

“Las testigos expresaron que mi hermano no estuvo ningún tranque, que estaba en la casa porque estaba de subsidio, por la pedrada que le pegaron en las protestas el 20 de abril”, dijo Espinoza.
Para la próxima audiencia están pendientes de los alegatos finales y el fallo de la judicial.

Lo despiden estando de subsidio

Julio César Espinoza Gallejos, fue lesionado de gravedad en la cabeza el pasado 20 de abril durante las protestas estudiantiles, y médicos del hospital de la policía lo mandaron de subsidio un mes, luego lo extendieron por dos meses más, porque el paciente aún presentaba daños como dolor de cabeza y convulsiones, pero su susto fue cuando la policía no le aceptó su último subsidio y no le pagó su salario.

“Él fue a preguntar a Plaza el sol qué pasaba con su salario, yo lo acompañé, pero le dijeron que estaba de baja y él entregó sus uniformes en agosto y luego lo mandaron a detener a la casa inventando que estuvo en el tranque de Las esquinas en carazo”, relató Ana Davila otra de sus familiares.

Espinoza Gallegos está siendo procesado junto a su cuñado Reymundo Gutiérrez, su padrastro Alejandro Bermúdez y Wilmer Baltodano, un vecino del barrio Mauricio Duarte, sector de Las Esquinas de Diriamba, de donde son originarios.

Son acusados de crimen organizado, terrorismo, lavado de dinero, secuestro simple, destrucción a la propiedad pública y privada, y asalto. En el caso del ex suboficial de 29 años de edad es acusado de “uso indebido del uniforme, emblemas y pertrechos de la Policía Nacional”.

28 de noviembre continuará el juicio contra el exantimotín Julio César Espinoza Gallejos, quien desertó de las filas de esa institución, por amor a su pueblo, en agosto pasado.

Nacionales Nicaragua represión archivo

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