La presencia del presidente venezolano, Nicolás Maduro, en la recepción privada del nuevo mandatario de México, Andrés Manuel López Obrador, provocó polémica, a tal punto, que un buen número de legisladores le gritaron “dictador”.
En el Congreso, legisladores del conservador Partido Acción Nacional colgaron una pancarta que rezaba “Maduro, no eres bienvenido”.
Asimismo, en su discurso, López Obrador agradeció la asistencia de todos los líderes internacionales que llegaron a la capital mexicana para ser testigos de la jornada, y entre ellos, mencionó a Maduro.
Al escuchar este apellido, varios legisladores alzaron sus voces para corear el grito de “¡Dictador!” contra el venezolano.
La presencia del líder venezolano estaba programada para la ceremonia de investidura, en el Congreso de la Unión, pero finalmente no pudo asistir porque su vuelo no llegó a tiempo. Maduro arribó directamente al Palacio Nacional, ubicado a un costado del Zócalo, acompañado por su esposa, Cilia Flores.
Ambos se giraron hacia los asistentes antes de entrar en el recinto, sede del Ejecutivo mexicano, y saludaron sonrientes; sin embargo, la visita de Maduro causó una enorme disconformidad, especialmente, por parte de la derecha mexicana.
En las afueras del Palacio Legislativo de San Lázaro, donde López Obrador juró su cargo como presidente y pronunció su primer discurso a la nación como mandatario, se concentraron varios grupos de personas que protestaron por la presencia del mandatario venezolano en el país.
Portaron pancartas con textos como “Maduro, asesino” o “Traidor”, aunque también hubo un conjunto de personas que expresaron su apoyo al presidente y exhibieron una pancarta con el lema “El pueblo de Villa y Zapata le da la bienvenida”.
No obstante, en su cuenta de Twitter, Maduro agradeció “las muestras de cariño del fraterno pueblo mexicano”, y aseguró que llegaron a México para expresar a López Obrador su respaldo y la hermandad del pueblo venezolano.
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La promesa
Andrés Manuel López Obrador asumió el sábado como presidente de México, y en su discurso reivindicó a los pobres y desposeídos, y dijo que serán prioridad durante su administración. Aseguró que el Estado se ocupará de disminuir las desigualdades sociales, no se seguirá desplazando a la justicia social de la agenda del Gobierno y no se condenará “a quienes nacen pobres a morir pobres”.
Ortega, el otro ausente
El dictador Daniel Ortega, quien ha sido señalado por el pueblo de Nicaragua, de perpetrar una masacre contra manifestantes cívicos desde abril pasado, se limitó a enviar una carta en saludo al nuevo presidente de México. Ortega no viajó al país azteca, donde los nicaragüenses desarrollarían plantones para protestar y denunciar la brutal represión que ha ido en aumento con centenares de presos políticos. Por medio de redes sociales, varios nicas se reunieron para levantar su voz contra el régimen nicaragüense en México.