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La represión de la Policía Orteguista a los manifestantes en Nicaragua. LA PRENSA/ ARCHIVO/ JADER FLORES

Preocupa posible “salida violenta” ante crisis de Nicaragua

El mensaje de los obispos sugiere que existen condiciones que podrían conducir a un conflicto armado, afirman analistas. El reto es evitar una salida violenta.

La insistente preocupación de la Iglesia católica de Nicaragua respecto al aumento de la violencia y la posibilidad de una salida no pacífica a la crisis que atraviesa el país, es algo que no debe tomarse a la ligera, afirma Eliseo Núñez, político y exdiputado nicaragüense.

“Si la Iglesia detecta que hay posibilidades de tomar salidas violentas es porque la Iglesia tiene el sentimiento de la gente, algo que detecta en la base”, explica Núñez, en referencia al Mensaje de Adviento que el Episcopado dirigió al pueblo de Nicaragua este domingo.

En su carta, los obispos expresaron gran preocupación por la creciente violencia que perciben en este país asediado por el fantasma de la guerra e insistieron repetidamente en que la salida debe ser pacífica, a través del diálogo y con justicia.

“Esto (el mensaje de la Conferencia Episcopal) me preocupa mucho porque una de las organizaciones mejor informadas de cómo se está comportando la sociedad es la Iglesia católica”, expresa Núñez.

Ortega empuja hacia la violencia

Para Violeta Granera, coordinadora del Frente Amplio por la Democracia (FAD), el mensaje de los obispos fue “oportuno y acertado”, ya que en los últimos meses ha quedado “muy claro que Ortega ha escogido el camino de la represión violenta y que entre más tardemos en encontrar la salida, más se acerca el espectro de una confrontación armada a la que el Gobierno nos quiere llevar pero a la que el pueblo de Nicaragua se está resistiendo”.

“Me parece que ese es el sentido de urgencia por un diálogo que expresa la Conferencia Episcopal”, analiza Granera. “Y todos los sectores, sociedad civil y empresa privada, tenemos que tenerlo bien claro y presionar con todas las formas cívicas, con el mismo carácter de urgencia que refleja el mensaje de la Conferencia Episcopal y a pesar de los riesgos que esto conlleva”, sostiene.

Desde hace meses, el FAD ha venido advirtiendo dos cosas: que el diálogo debe ser una prioridad para una salida pacífica y que el régimen de Daniel Ortega está caminando en sentido contrario. “Con la cárcel, las persecuciones, la represión, los asesinatos está empujando a mucha gente a la desesperación y la desesperación es una mala consejera”, señala Núñez.

A juicio del exdiputado, si a la represión se le suma la crisis económica, lo que se tiene es “una bomba de tiempo de dimensiones inimaginables” y eso “es lo que la Iglesia está advirtiendo”.

“A nadie le conviene”

Núñez considera que Ortega “está errado totalmente” si cree que podrá prosperar en medio de un conflicto armado. “El tiempo está en contra de él. La violencia le favoreció en el corto plazo, porque logró desmontar los tranques y echar presa a un montón de gente; pero se tiene que preguntar si realmente solucionó el problema y la respuesta obvia es no. La inconformidad sigue creciendo y hay que tomar en cuenta lo que dice la Iglesia”, estima.

“Yo del Gobierno de Ortega estaría preocupado, porque no es la mejor salida para nadie. Ni para el país ni para los opositores ni para él”, sostiene Núñez.

“La Iglesia percibe el sentimiento de alguien que ya está frustrado y no encuentra otro camino que no sea el de la violencia y eso es peligrosísimo”, anadió el exlegislador.

¿Cuál es la ruta?

La Conferencia Episcopal ha mantenido una posición crítica a lo largo del gobierno de Daniel Ortega e incluso pasó seis años solicitando un diálogo. Hoy nuevamente pide dialogar y además ha afirmado que esa es la ruta para una salida pacífica.

Violeta Granera, del FAD, también considera que debe haber un diálogo. Sin embargo, analiza, Ortega está queriendo llevar la crisis a un conflicto violento y como buen dictador no ha querido dialogar por voluntad propia.

“Es el pueblo de Nicaragua unido que lo debemos obligar. Y con la condición previa de que libere a los presos políticos y pare la represión. Ese es el último chance que tiene para que su salida no sea más traumática”, afirma Granera.

Eliseo Núñez, exdiputado, considera que debe haber diálogo y de inmediato las reformas básicas para poder tener elecciones libres y transparentes. “Es la única salida”, sostiene.

 

Nacionales Iglesia Nicaragua Obispos Ortega salida archivo

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