El 11 de marzo de 2017 fue la última derrota de René “el Gemelo” Alvarado. Perdió ante el cubano Yuriorkis Gamboa por decisión unánime. Y aunque esta crónica debería empezar elogiando al joven nicaragüense, parte de su gesta en el boxeo es desde el piso, ganando seis peleas al hilo. Sí, Alvarado es sordo ante los críticos destructivos. No es un secreto que tiene muchas limitantes, pero ha construido su camino en medio de muchos tropiezos. Cuando no se tiene tanto talento, el corazón y la disciplina sobresalen como el arma fundamental. Esa fue la clave del triunfo del sábado ante Carlos Morales por decisión unánime.
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El Gemelo ha obligado a Golden Boy a conseguirle la pelea titular contra el campeón de las 130 libras de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) Alberto Machado. Primero se colocó como número uno en el ranking, sin ser necesariamente el mejor, y ahora derrotó sin discusión (117-111, 116-112 y 115-113)en el combate eliminatorio al estadounidense con descendencia mexicana. Alvarado nunca estuvo cómodo durante la pelea, su rival era más rápido y amarraba constantemente, pero es ahí en medio de las camisas de fuerzas en donde se hacen milagros de la nada. Y Alvarado tiró más, golpeó más y punteó mucho más.
Al Gemelo le convenida la media y larga distancia por su extensión de brazos y para lanzar su mejor arma: el recto de derecha. Eso no sucedió. Morales todo el tiempo lo supo y trató de erradicarlo. No obstante, Alvarado nunca dejó de tirar aunque la contundencia no fuera la misma. Además, que peleó durante 12 asaltos con un corte en la frente desde el primer asalto y otro en el costado izquierdo, arriba de la ceja a partir del quinto round.
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René nunca malgastó un segundo tocándose la sangre, para él era como si no había existido. Vi ganar a Morales solamente tres asaltos. Inútilmente pensó que el pinolero se desgastaría por su ritmo de tirar sin pausas, pero nunca lo hizo. El entrenamiento junto a Sergio González había rendido sus frutos. Alvarado mostró energías infinitas y un hambre de retar a Machado que no hay que perderlo de vista. Se habla que en febrero se realizaría el combate en una sede aún por definir. El Gemelo bien puede decir sin equivocarse: “Todo me lo he ganado a pulso”, riéndose mientras sangra de su frente.