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Edgard Rodríguez C.

Zona de Strikes: Jonathan Loáisiga podría ser un exitoso relevista

Jonathan Loáisiga dispone de fuego en sus disparos y de firmeza en su carácter para desempeñar cualquier rol en el beisbol de las Grandes Ligas

Ahora que se ha confirmado el regreso de J. A. Happ a los Yanquis, lo que parece haber definido la rotación abridora para la temporada del 2019, la inquietud más frecuente entre los fanáticos nicaragüenses es ¿qué pasará con Jonathan Loáisiga, el tirador pinolero?

Antes de la contratación de Happ, la tropa de Nueva York había adquirido a James Paxton desde Seattle, mientras traía de regreso a CC Sabathia. De modo que ellos, junto a Luis Severino y Masahiro Tanaka, le daban forma a la rotación que se presentará el próximo año.

En teoría, eso envía al nica a pelear un puesto entre los relevistas. Pero también podría ser cambiado. Por otro lado, hay quienes creen que podría ser un seguro que los Yanquis tendrían a mano ante cualquier eventualidad con cualquiera de sus abridores establecidos.

Sabathia ha lidiado con un inconveniente en la rodilla derecha, sometida a cirugía en octubre pasado. Paxton tiene un largo historial de lesiones a través de su carrera. Incluso, Jonathan Loáisiga lanzó este año con los Yanquis, tras una lesión de Tanaka y probó que no le temblaban los pies.

De modo que lo esencial para Loáisiga es presentarse saludable y listo físicamente para dar la batalla. Y no debe descartarse ningún escenario, desde un cambio, hasta que incluso pueda iniciar la campaña en las Ligas Menores, pero quizá esa sea la opción menos probable.

¿Y tiene potencial para ser relevista? Claro. Tiene fuego en sus disparos y firmeza en su carácter. Es más, según Ryan Chichester de SBNation.com, Loáisiga podría ser lo que Chad Green fue en 2017 o Jonathan Holder en 2018 entre el fuerte cuerpo de relevistas de los Yanquis.

Green terminó el 2017 con 5-0 y 1.83, más 103 ponches en 69 entradas, con 0.73 de whip. Y Holder logró entre abril y agosto de este año, 2.06 en efectividad, para cerrar con 3.14, tras una mala salida ante los Medias Rojas, pero fue una alternativa confiable durante buen espacio.

“Loáisiga tiene una mezcla fantástica de veloces rectas y filosos envíos de quiebre que le permiten ponchar mucha gente y obliga a batear por el piso también. Este año, tuvo un porcentaje de 49.2 de batazos por el piso, mejor que el 45.3 de David Robertson”, dice el analista.

A la vez, Jonathan ponchó a 18 bateadores en sus primeros 14 innings de trabajo, cuando realizó jornadas entre 84 y 91 envíos. Y luego de la lesión que lo sacó de circulación entre julio y agosto, regresó en septiembre y su recta fue aún más dura mientras laboraba como relevista.

De modo que es difícil anticiparse a lo que va a ocurrir, pero hasta este momento, el lanzador nica ha demostrado disponer del material para trabajar en cualquier rol en las Grandes Ligas. La clave será siempre su salud. Y para estar en forma, desde ya comenzó a trabajar.

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