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La presidenta de Taiwán junto a Daniel Ortega. LA PRENSA/ CORTESÍA

La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen junto a Daniel Ortega en su visita a Nicaragua en el 2017. LA PRENSA/ CORTESÍA

Taiwán: ¿aliado o rehén del régimen de Daniel Ortega?

El régimen de Daniel Ortega ha presentado a Taiwán como su más entusiasta patrocinador en momentos cuando casi toda la comunidad internacional le ha dado la espalda por sus abusos. Esta es la relación de Nicaragua con esta isla que parece dispuesta a todo por tener reconocimiento internacional

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El embajador de Taiwán, Jaime Chin Mu Wu, tiene la agenda apretada. En los últimos días se le ha visto de saco o camisa mangas largas entregando donativos a organismos del gobierno. Desde el 14 de noviembre ha caminado por los barrios con personeros de la Alcaldía de Managua y ha visitado la sede de la Policía Nacional y los ministerios de Gobernación y Salud.

Jaime Chin Mu Wu, pelo entrecano, partido al lado y anteojos de marco fino, se ha estrechado la mano y tomado fotografías con varios de los operadores más desprestigiados del régimen de Daniel Ortega. Un día apareció a la par de la ministra de Salud, Sonia Castro, denunciada de negar atención médica a los manifestantes en los hospitales públicos durante la crisis, mientras que días después sonrió a la par del comisionado de la Policía y consuegro de la pareja presidencial, Francisco Díaz Madriz, sancionado con la Ley Magnitsky.

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Las últimas apariciones públicas de Mu Wu han sido durante las entregas de donaciones al Ministerio de Gobernación y de una casa a una familia que la perdió a causa de las fuertes lluvias que cayeron en el país a inicios de octubre.

Ante los nubarrones económicos que se ciernen sobre Nicaragua el próximo año 2019, Taiwán es uno de los pocos aliados que le quedan al régimen de Daniel Ortega, principal señalado de una crisis donde murieron más de 300 personas, hay miles de ciudadanos en el exilio, decenas de presos políticos, un retroceso económico similar al de los tiempos de guerra, sanciones de Estados Unidos y aislamiento internacional.

Museo Nacional conmemorativo a Chiang Kai-shek, donde se exhiben fotografías, dibujos y documentos del histórico líder de Taiwán. LA PRENSA/Agencias

Para este reportaje solicitamos una entrevista con el embajador de Taiwán, Jaime Chin Mu Wu, para conocer su opinión sobre la relación histórica que tiene Taiwán con Nicaragua y el futuro diplomático entre los dos países. Sin embargo, la oficina de prensa de la embajada del país asiático respondió que “debido a la agenda apretada que está llevando el embajador, no podrá atender tu solicitud”.

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Nicaragua tiene relaciones bilaterales con Taiwán desde 1930, cuando existía la República de China que unificaba a las dos tendencias ahora divididas en República Popular China (comunista) y República China, mejor conocida como Taiwán.

Sin embargo, durante la revolución sandinista, el gobierno encabezado por el comandante Daniel Ortega rompió relaciones con Taiwán el 7 de diciembre de 1985 para unirse a la tendencia comunista de la República Popular China.

Violeta Barrios de Chamorro, en 1990, fue quien rompió relaciones con China Continental y reanudó intereses con Taiwán. Desde entonces, Nicaragua sigue reconociendo a Taiwán e incluso ratificó compromisos en los años 2007 y 2013 durante el gobierno de Daniel Ortega.

Hoy en día existen edificios, un estadio y una ciudadela construidos con fondos donados por la pequeña isla asiática. Está vigente un tratado de libre comercio y diversos proyectos nuevos para ejecutarse en los próximos años. Ante las recientes sanciones que pretenden cerrar el grifo de préstamos y donaciones internacionales, un nuevo arreglo con el incondicional aliado taiwanés podría ser una de las fuentes de financiamiento para mitigar la crisis. ¿Será suficiente?

Chiang Kai-shek, quien gobernó Taiwán durante 40 años (1947-1987). LA PRENSA/Agencias

Isla hermosa

Antes de ser conocida como Taiwán, su nombre en realidad era Formosa, que en portugués significa Hermosa. Fueron unos navíos ibéricos quienes la colonizaron allá por el siglo XVI. Luego los españoles la nombraron Gobernación Española de Taiwán y más tarde pasaría a manos de holandeses, hasta que fueron expulsados por Zheng Chenggong (también conocido como Koxinga), un líder militar de la dinastía Ming de China.

Estuvo en sus manos hasta la guerra que Japón le ganó a China en 1895. En aquellos días algunos taiwaneses no aceptaron y quisieron fundar la República de Formosa, pero su rebelión solamente duró 184 días, ya que fueron brutalmente reprimidos por el ejército japonés que ocupó la isla durante los 50 años siguientes.

Miles de muertos después, tras el fin de la Segunda Guerra Mundial en 1945, es que Taiwán vuelve a ser parte de la República China, como parte del arreglo de rendición del derrotado Japón. No obstante, la sangre apenas se empezaba a derramar. En los siguientes cuatro años estalló una guerra civil entre el partido en el poder Kuomintang, liderado por Chiang Kai-shek, y el partido comunista, comandado por Mao Zedong.

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La guerra terminaría cuatro años después, con el triunfo de Mao Zedong, quien fundó la República Popular China en Pekín, mientras que el partido nacionalista de Chiang Kai-shek, con dos millones de personas a bordo, se refugió en la isla de Taiwán. Ahí se proclamó la República China que sería reconocida con ese nombre en las Naciones Unidas hasta 1971, cuando este reconocimiento fue otorgado a la China Continental, debido a su pujante economía y al atractivo comercial para el resto del mundo.

Con ese poder económico, China impuso una política exterior drástica: si alguien reconoce a Taiwán, ellos rompen relaciones diplomáticas con ese estado.

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Hasta 1969 Taiwán era reconocida como República por 71 estados, mientras que la China Comunista tenía 48. Dos años después el cambio fue a la inversa: 76 en contra y 35 a favor. Hoy en día, la China comunista es llamada simplemente China y tiene a favor 177 países, mientras que Taiwán es reconocida por 17 países, entre ellos Nicaragua.

Estadio Nacional Dennis Martínez, Estadio Dennis Martínez
El Estadio Dennis Martínez se inauguró el pasado 19 de octubre con una serie amistosa entre Nicaragua y Taiwán. LA PRENSA/CARLOS VALLE

Países que reconocen a Taiwán

Con la ruptura de El Salvador el 21 de agosto de este año, Taiwán ha quedado solamente con 17 aliados, cuatro de ellos de Centroamérica. Estos son los países:

Belice, Guatemala, Haití, Honduras, Nicaragua, Paraguay, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Suazilandia, Ciudad del Vaticano, Islas Marshall, Islas Salomón, Kiribati, Nauru, Palaos y Tuvalu.
Colin Alexander, autor del libro “China y Taiwán en Centroamérica”, afirma que “los aliados que tiene Taiwán son sus aliados porque no son poderosos. No es coincidencia”.


“No es suficiente con Taiwán”

Entre el polvo que azota las casas pintarrajeadas a colores vivos, se levanta un rótulo gigantesco en una explanada donde a diario llega la ruta 163 de Managua. En letras gigantes dice “Ciudad Belén”, más abajo “proyecto Taiwán”. Esta es la entrada de una ciudadela de más de 1,400 casas construidas en 2015 para las familias anegadas tras el invierno de 2014 que provocó daños en los asentamientos de Managua.

Ciudad Belén es un programa que se ejecutó con los 30 millones de dólares que Taiwán inicialmente había donado para el Estadio de Beisbol Dennis Martínez. Según investigaciones periodísticas, solo se utilizaron 23 millones de dólares para levantar bloque a bloque esta ciudadela. Es decir, el Gobierno no pudo justificar los otros siete millones de dólares.

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El exdiputado de la Asamblea Nacional, Eliseo Núñez, dice que nunca ha estado de acuerdo con la relación de Nicaragua-Taiwán porque las donaciones han generado más corrupción en todos los gobiernos a partir de 1990. “Taiwán es un rehén de los gobiernos. Aunque sabe que el dinero se puede estar desviando, no dice nada para no afectar la relación con los países”, agregó Núñez.

Además del proyecto de Ciudad Belén, Taiwán mantiene un tratado de libre comercio con Nicaragua desde 2008, donde compra café procesado, azúcar de caña, chatarra metálica, despojos comestibles, vísceras de bovinos, camarón de cultivo, carne de bovino, embutidos, café oro, langosta, entre otros.

También mantiene proyectos relacionados con los rubros de arroz, frijoles, plátanos y bambú. En los últimos meses firmó nuevos convenios relacionados con el cultivo de peces en estanques, el desarrollo y comercialización de hortalizas y frutas, producción de artesanías y monitoreo de prevención de desastres.

En una entrevista a un medio oficialista, el embajador de Taiwán mencionó que se están desarrollando nuevos programas, como las becas a estudiantes nicaragüenses, adquisición de medicinas y la reconstrucción de centros de salud.

Sin embargo, a pesar de que la Misión Técnica taiwanesa en Nicaragua es la más grande que tiene de todos los otros 17 países aliados, las donaciones para el próximo año ascienden a poco más de 160 millones de córdobas (unos cinco millones de dólares), según el proyecto presupuestario 2019 presentado por el Ministerio de Hacienda.

Julio César Avilés, ministro de Defensa de Taiwan, Teh-Fa, Orden Ejército Defensor de la Soberanía Nacional
El general Julio César Avilés saluda al ministro de defensa de Taiwan, Teh-Fa. LA PRENSA/CORTESÍA EMBAJADA DE TAIWÁN

“(Daniel) Ortega tiene que darse cuenta que no es suficiente con las donaciones de Taiwán”, dice el exdiputado Núñez. “Además, las sanciones de Estados Unidos no solo bloquean los préstamos y donaciones bilaterales, sino que mandan también mensajes a los demás países para que no se sigan haciendo negocios con el régimen actual”, agregó.

Recientemente el embajador de Taiwán negó que su país había comprado los más de 9,000 millones de córdobas (280 millones de dólares) en bonos que puso a la venta el Banco Central de Nicaragua (BCN) para cubrir los huecos del Presupuesto 2019. “Eso demostró que Taiwán no está dispuesto a otorgar sumas muy grandes de dinero para apoyar al régimen de Ortega. Si no pudo comprar los bonos, menos que cubra el déficit de los multilaterales”, dijo Núñez.

El economista Alejandro Aráuz piensa distinto, ya que Taiwán quizás “no sea lo suficientemente honesto para no perjudicar las relaciones. (…) Aunque no creo que Taiwán sea capaz de financiar todo, me parece que en algunas donaciones puede aportar”, agregó Aráuz.

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En agosto de este año El Salvador rompió relaciones con Taiwán, después de que China le ofreciera manejar el centro de distribución para toda la región y los taiwaneses acusaran al Gobierno de pedirle una “suma astronómica” en ayuda financiera para el desarrollo de un puerto y las próximas elecciones. Por la cercanía al país centroamericano, algunos economistas consideran que parte de los siete proyectos que tenían con los salvadoreños se puedan redirigir a Nicaragua.


Bilateral

Con el régimen de Daniel Ortega las donaciones de Taiwán aumentaron en un 132 por ciento de 2008 a 2013, según cifras oficiales.

Taiwán ha hecho proyectos en Nicaragua de capacitación de carpintería, mecánica, refrigeración, aire acondicionado. Asimismo se han graduado más de 300 estudiantes nicaragüenses en maestrías, de los cuales 100 viven en el país asiático.

Este año las exportaciones de Taiwán registraron una reducción de casi un 80 por ciento, en comparación con el año pasado.


Terror Blanco

Por la noche unos policías taiwaneses entraron por la fuerza a la casa de una viuda llamada Lin Jiang Mai. Le decomisaron unos cigarrillos que la mujer contrabandeaba. Acostumbrados a reprimir, también se llevaron unos billetes que ella había ahorrado durante toda su vida. Lloraba tras ellos, rogándoles que le regresaran el dinero, pero uno de los oficiales la golpeó en la cabeza con la cacha de la pistola.

Los vecinos rodearon a los agentes para hacer justicia. La gente estaba enardecida,y fue por eso que huyeron mientras disparaban a los civiles. Mataron a un hombre llamado Chen Wen-xi. Era el 27 de febrero de 1945 y al día siguiente había revueltas por toda la isla.

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En ese momento ya habían transcurrido dos años de la guerra civil en China, por lo que el hecho disparó más las hostilidades en los bandos. El entonces gobernador de la isla, el general Chen Yi, perteneciente al partido del Gobierno Kuomintang, creyó que la protesta era contra su gestión y que los manifestantes eran parte del Partido Comunista que lo quería derrocar. Nunca se imaginó que eran ciudadanos civiles indignados y fue por eso que mandó una ofensiva militar para aplastar el alzamiento. Se calcula que murieron unas 30 mil personas en los meses que duró el conflicto.

Hay muchas razones para pensar que la masacre fue mucho mayor, pues durante 50 años se manejó como un tema tabú o más bien un asunto de “seguridad nacional”. A partir de entonces, Taiwán estuvo durante un estado de guerra hasta 1987, período conocido como “Terror Blanco”, durante el cual apresaron a unas 140 mil personas y ejecutaron a 4 mil ciudadanos.

Este estado que duró 38 años y 57 días donde regía una Ley Marcial es el segundo más largo de la historia, solamente detrás del que tuvo Siria que duró desde 1963 hasta 2011.

Sorpresivamente quien empezó a hacer reformas democráticas en Taiwán fue Chiang Ching-kuo, hijo del dictador Chiang Kai-shek. De modo que ahora gobierna una mujer por un partido democrático, aunque la imagen del hombre fuerte que mandó durante 38 años, sentado en un caballo o en un trono, siga viéndose con reverencia en plazas, parques y edificios de Taiwán.

Una postal de la ciudadela “Ciudad Belén” construida con fondos de Taiwán. LA PRENSA/Archivo

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