A través de un comunicado de la Cancillería, el régimen dictatorial de Nicaragua expulsó la tarde de este miércoles a los equipos que mantenía en el país la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH): el Mecanismo Especial de Seguimiento para Nicaragua y al Grupo Internacional de Expertos Independientes (GIEI).
La expulsión, de forma inmediata, se da un día antes de que el GIEI presentara su informe final sobre la situación en Nicaragua.
Dentro de los motivos que el régimen da para la expulsión están las declaraciones brindadas en diferentes ocasiones por el Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, en las que ha señalado como dictadura al régimen en Nicaragua. Estas son algunas de las razones que la Cancillería dio para la expulsión.
Protestas
Textualmente, el régimen dice: “A pesar de las múltiples evidencias sobre el carácter violento de las supuestas protestas pacíficas, de la existencia de policías y ciudadanos asesinados con armas de fuego de alto calibre, la CIDH caracterizó dichas protestas como pacíficas reflejándolo así en su informe preliminar”.
En sus informes, la Comisión ha destacado que, en su mayoría, las protestas en contra de Daniel Ortega y Rosario Murillo fueron pacíficas y que la fuerza utilizada por la Policía y los paramilitares fue desproporcionada.
Trabajo que no era de su competencia
El régimen acusa a la CIDH de realizar trabajos de investigación exclusivos del Ministerio Público y la Policía Nacional. Las actuaciones del GIEI, dice el régimen, “contravienen nuestra constitución política, el código procesal penal y las leyes orgánicas de Ministerio Público y la Policía Nacional”.
Sin embargo, desde su llegada al país, los expertos independientes dijeron que el Estado les bloqueó la información y no les brindó acceso ni a lugares clave, como centros de detención, ni a documentos oficiales sobre las víctimas de la represión.
Injerencismo e intervencionismo
Como es costumbre del régimen, acusó a la CIDH de tener una actitud injerencista e intervencionista, “haciéndose eco de las políticas del Gobierno de los EE.UU. en contra de Nicaragua”.
El dictador acusa de intervencionista a los organismos que rechazan la represión que ha desatado desde el pasado mes de abril, asimismo a funcionarios extranjeros que han pedido cese a la violencia gubernamental.
Declaraciones de Luis Almagro
El régimen acusa de “irresponsable intervención” las palabras que Luis Almagro pronunció en una cumbre en Miami el pasado mes de septiembre, donde dijo que “es inadmisible completamente que otro país del continente se vaya por el despeñadero de la dictadura. Debemos también ser conscientes que no podemos permitirlo y que debemos en cada caso dar las respuestas de la comunidad internacional para asfixiar la dictadura que también se viene instalando en Nicaragua”.
El régimen asegura que “ello pone en evidencia su participación en la escalada criminal, injerencista, promoviendo acciones terroristas en el orden político, económico y militar que viola los derechos humanos del pueblo nicaragüense y que en una abierta actitud injerencista violatoria del derecho internacional atentan contra la soberanía de Nicaragua”.
Calumnias contra Cuba, Venezuela y Nicaragua
El régimen califica como “mentiras y calumnias” las declaraciones que Almagro brindó el paso octubre en las Naciones Unidas, donde dijo que “Venezuela y Nicaragua no se convirtieron en dictaduras de la noche a la mañana. Fue un proceso lento, de gobierno democráticamente elegidos que, desesperados por aferrarse al poder, desmantelaron una por una las instituciones democráticas con el activo apoyo e impulso de La Habana. Ahora, como en Cuba, continúan en el poder a través de la fuerza bruta y el miedo”.
Según el comunicado, las palabras de Almagro corresponden a “su actuación como instrumento y agente político del imperio norteamericano, interesado en reelegirlo en la secretaría General de la OEA”.
Promotor de sanciones
De igual forma, el régimen acusa directamente a la CIDH de ser “una plataforma de divulgación de información falsa para promover en el ámbito internacional sanciones en contra de nuestro país, tal como lo hizo la funcionaria de la CIDH María Claudia. Pulido en su visita al Congreso de Estados Unidos el pasado 27 de septiembre, impulsando desde el exterior la ruptura del orden constitucional y el intento de golpe de Estado contra el Gobierno legítimo de Nicaragua, violentando con ello el carácter imparcial establecido en la Carta de la OEA”.
Las más recientes sanciones de Estados Unidos a Nicaragua fueron dirigidas a la vicepresidenta designada Rosario Murillo y al secretario de Ortega, Néstor Moncada Lau. Asimismo, la Nica Act está a apenas días de convertirse en ley.