Jennifer Tatiana Ortiz Castillo es originaria de Managua. Estudió periodismo gracias a un profesor que descubrió que tenía talento para la profesión, actualmente es directora del proyecto audiovisual Nicaragua Investiga. Lo primero que hace al levantarse es “dar gracias al universo” y su pasatiempos es escribir poemas que nunca publica.
¿Qué olor la traslada a su infancia?
El estiércol de vaca. De niños mis papás cuidaron una finca por un tiempo y recuerdo ese olor por todos lados.
¿Qué quería ser cuando era niña?
Doctora, pero luego un profesor me dijo que tenía más talento para ser periodista y me inició una curiosidad que me tiene aquí.
Lea también: Adriana Dorn: “De niña quería ser cantante profesional, pasaba horas practicando mi show de Selena”
¿Cuál es el mejor recuerdo de su niñez?
Difícil contestar, tuvimos una infancia difícil. Siempre recuerdo que éramos seis (hermanos) y aquella casa se mantenía bulliciosa. Jugábamos mucho.
¿Qué jugaba?
Rayuela, el anda, la cuerda, pez congelado y la casita.
Su pasatiempos favorito.
Escribir poemas que nunca publico.
Un sueño no cumplido
Ver a mi Nicaragua libre y próspera.
¿Qué lugar en el mundo se muere por visitar?
La India, los templos budistas (…). Me da mucha curiosidad.
¿Algún sueño o pesadilla recurrente?
Que se estrellan aviones y caen a pedazos en llamas desde el cielo. Sueño eso muy seguido y también con terremotos.
¿Cuál es el mejor regalo que ha recibido?
De la vida mis hijos, de mis padres la vida, de mis enemigos la fuerza. Nada de lo bueno que tengo es material.
Lea también: Lucero Millán: “De niña quería ser aeromoza”
¿Canta en la ducha?
Antes de tener hijos sí, luego tuve, aprendí a bañarme en cinco minutos y perdí la práctica, pero aún canto bonito (ríe).
Si pudiera escoger a cualquier persona en el mundo ¿a quién invitaría a cenar?
A Nikola Tesla (inventor, ingeniero mecánico, eléctrico y físico), creo que sabía cosas que yo necesito saber.
¿Qué le diría a un extraterrestre?
No tengás miedo, no somos tan malos como parece.
¿Qué es lo primero que hace al levantarse?
Dar gracias al universo por el nuevo día, por mis hijos y todo lo que tengo (…). He aprendido a vivir en gratitud.