Aunque será el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), en una nueva sesión el que decidirá si requiere o no hacer nuevas gestiones antes de convocar a una sesión extraordinaria de la Asamblea General de ese organismo para examinar la situación de Nicaragua conforme el artículo 20 de la Carta Democrática, el exembajador de Costa Rica, Javier Sancho, considera que ese órgano cuenta “con suficientes bases para tomar una decisión”.
Es por ello, que Sancho, no descarta que la convocatoria de una asamblea extraordinaria ocurra en los próximos días.
Las bases a las que se refiere Sancho, son los informes que ha presentado la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), el más reciente del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), sobre las violaciones de derechos humanos contra los nicaragüenses y que el régimen Ortega Murillo ha desconocido.
Sancho fue embajador de Costa Rica en la OEA en 2005, 2006 y 2007, y según dijo en una asamblea extraordinaria, formada por los ministros de relaciones exteriores examinarían ya la aplicación de la Carta Democrática en su artículo 21.
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Parte del artículo en mención señala que “cuando la Asamblea General, convocada a un período extraordinario de sesiones, constate que se ha producido la ruptura del orden democrático en un Estado Miembro y que las gestiones diplomáticas han sido infructuosas, conforme a la Carta de la OEA tomará la decisión de suspender a dicho Estado miembro del ejercicio de su derecho de participación en la OEA con el voto afirmativo de los dos tercios de los Estados Miembros”.
La suspensión entrará en vigor de inmediato y según lo establecido la decisión de suspender a un gobierno, la Organización mantendrá sus gestiones diplomáticas para el restablecimiento de la democracia en el Estado Miembro afectado.
“Esta sesión especial o extraordinaria, podría darse, yo diría en los primeros días de enero, eso viene, porque es incuestionable, es irrevatible que se desconozcan los informes que ya están dados”, argumentó Sancho.
“Yo no creo que lo evite porque eso se va a dar, de hecho el aislamiento vendrá porque la situación en Nicaragua es bastante difícil, la situación en Nicaragua es bastante grave”, insistió Sancho.
Tras augurar “un deterioro muy grande” para el pueblo de Nicaragua, refirió el exdiplomático costarricense que las cosas se van a complicar mucho, “no veo nada positivo, les soy muy franco, no puedo decirles que las cosas se van arreglar, las cosas van a complicarse aún mucho más, cuanto va a durar esto es impredecible, pero tendrá que terminar en cualquier momento”.
Lo había avizorado
Javier Sancho, fue embajador de Costa Rica en Nicaragua entre 2012 y 2016, y desde entonces dijo observó lo que calificó de “ algunas situaciones preocupantes”, que le llevó a pensar en que “las cosas en Nicaragua se iban a complicar”.
Y una de esas situaciones, fue la designación de Rosario Murillo como vicepresidenta del país. “Sentimos que se estaba tratando de mantenerse en el poder a cualquier costa, me acuerdo muy bien que en algún momento vimos como el comandante Tomás Borge dijo en el año 90 a Daniel Ortega, que se podía perder todo en Nicaragua, menos el poder”.
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Y que a criterio de Sancho, eso es lo que está sucediendo “ hay un aferramiento” al poder y eso es lo que está costando 325 muertos según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), gente presa, persecución a periodistas y medios de comunicación independientes.