“Esta no es una mesa de diálogo, es una mesa para negociar su salida”, le espetó con voz fuerte el estudiante de comunicación social, Lesther Alemán a Daniel Ortega, el 16 de mayo pasado, ante la mirada desafiante del dictador, en el inicio del Diálogo Nacional, que buscaba una solución a la crisis que había estallado en abril y que había desembocado en una violenta represión estatal.
Este es uno de los momentos históricos que deja el 2018 y que varios meses después es analizado por el protagonista de ese día en que la comunidad universitario plantó cara al dictador y a su esposa Rosario Murillo, en el poder desde el 2007 y que desde entonces gobiernan con mano de hierro Nicaragua.
Lesther Alemán se fue al exilio para proteger su vida ante las constantes amenazas de muerte por parte del régimen orteguista.
El joven de 20 años, sostiene que el cambio es irreversible y que en abril inició un proceso, aunque ha sido doloroso, está convencido que es el único camino para la libertad de Nicaragua.
LA PRENSA/ TOMADO DE PRESIDENCIA
“Daniel ortega no reconoce que la mayoría le dice no, ya no hay tiempo, su tiempo se terminó. Pero el ego de Ortega es enorme. Esta revoluciona es pacífica, porque siempre estamos en abril, y vamos a continuar en abril hasta conseguir nuestra libertad, la libertad de todo un pueblo. Abril nos ha dejado lágrimas, pero nos lleva al camino de la libertad”, asegura el joven desde el exilio.
Según Alemán, la lucha cívica que han librado los nicaragüenses en los últimos ocho meses ha trascendido fronteras porque se demostró como un pueblo que salió a las calles a marchar pacíficamente hizo tambalear los cimientos de la dictadura Ortega-Murillo.
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“La lucha ha sido dolorosa, pero algo muy asombroso el nivel de apoyo del nicaragüense, por eso esta lucha trascendió y traspasó fronteras sobre todo que puso a tambalear al régimen que se veía más allá del 2021. El mayor acierto de Nicaragua fue poner caducidad al régimen de Daniel Ortega que pretendía perpetuarse más allá del 2021.
Desgraciadamente el costo ha sido alto que se ha tenido que pagar, tenemos a nuestros héroes que han dad su vida, muchos que están tras las rejas y muchos que son los protagonistas que estuvieron en los tranques, en las barricada, que estuvieron en las universidades, muchos de ellos están fuera de Nicaragua”, añade Alemán.
Alemán también destacó que la revolución de abril puso de manifiesto el rechazo total de los ciudadanos contra el régimen Ortega-Murillo y al sistema político que el dictador ha creado en los casi 12 años en el poder.
“Ortega ya no gobierna, solo reprime, su permanencia en el poder es a base de fuerza, de intimidación y de miedo. Ya no tiene respaldo, eso lo han demostrado las marchas, lo ha demostrado el pueblo, lo ha demostrado la comunidad internacional; pero sobre todo, lo sabe el nicaragüense en su corazón. Ortega con Rosario a su lado se siente halagado, por eso el contrata bufones para sentirse venerado. A Daniel Ortega no lo acompaña nadie”, afirma Alemán.
A juicio del estudiante, Nicaragua ya escogió el cambio y aunque Ortega se resista reprimiendo ya no hay vuelta atrás con la demanda social que le pide se vaya del poder.
“Nicaragua no tiene futuro con Daniel Ortega y eso lo tenemos claro los nicaragüenses y la comunidad internacional. Por eso nosotros decimos que el proceso de aislar a Ortega, porque Ortega es igual a inestabilidad, es igual a caos y anarquía y sobre todo, ha dado un nivel de impunidad general a sus matones y sus turbas porque lo acompañan asesinos como él, como su circulo. Han perdido esta lucha que es cívica y pacífica. Daniel Ortega se topó con un pueblo decidido al cambio”, sentencia ahora residiendo en el extranjero.