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CONTENIDO EXCLUSIVO.El Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) sesionará esta semana para abordar la situación de las dictaduras de Venezuela y Nicaragua.
En el primer caso, el régimen de Nicolás Maduro corre el riesgo de ser desconocido por el organismo y, en el caso de Daniel Ortega, está al borde de la aplicación de la Carta Democrática Interamericana.
La directora del Instituto Interamericano para la Democracia (IID), con sede en Miami, Beatrice Rangel, estima que la actual coyuntura en la región y el contundente informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) sobre los crímenes de lesa humanidad cometidos por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo podrían propiciar que la OEA logre alcanzar los 24 votos necesarios para la aprobación de la Carta.
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En esta votación tendrían un peso importante los 15 países que integran la Comunidad del Caribe (Caricom), la cual también será muy importante en el caso de Venezuela.
La sesión de Venezuela será el 10 de enero y la de Nicaragua el 11. El proceso para la aplicación de la Carta inició el pasado 27 de diciembre tras el anuncio del secretario general del organismo regional, Luis Almagro, y los expertos consideran tres factores esenciales que deben considerarse.
Tres factores
Para Rangel, estos factores son: 1. Que entre las islas del Caribe (Caricom) y Nicaragua no hay ningún interés de Estado que los una. 2. El conflicto por el territorio de Esequibo (rico en petróleo) entre Venezuela y Guyana. 3. Que la comunidad internacional está movilizada por el tema de Venezuela.
En el caso del conflicto territorial Caricom ha cerrado filas a favor de Guyana, pese a que 13 de los 15 países, entre ellos Guyana, forman parte del acuerdo energético Petrocaribe, fundado en 2004; y 7 de los 15 integran la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (Alba), creada en 2004. Ambas alianzas fueron fundadas por el desaparecido presidente Hugo Chávez.
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Guyana ha votado a favor de las resoluciones de la OEA sobre el tema de Nicaragua. Barbados y Trinidad y Tobago son los dos países que no están involucrados con Venezuela, pero hasta ahora se han abstenido de votar a favor de las resoluciones sobre el tema de Nicaragua.
La situación de Venezuela
El tercer factor que señala Rangel es que la comunidad internacional se ha movilizado para desconocer el nuevo período presidencial del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, que inicia el próximo 10 de enero. Se trata de Estados Unidos, la Unión Europea y el Grupo de Lima, integrado por 14 países de América.
Sobre ese tercer factor, Manuel Salvador Abaunza, exembajador de Nicaragua en Venezuela, aseguró que a partir del 10 de enero habrá cambios en el panorama, porque el régimen de Nicolás Maduro habrá perdido legitimidad.
“Es muy seguro que los caribeños van a ver que no tienen futuro con Maduro de ninguna clase y que les conviene más empezar a negociar con Estados Unidos, o al menos mostrar un cambio de actitud porque Maduro ya no les ofrece nada al convertirse en un Estado deslegitimizado”, explicó.
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De acuerdo con su experiencia diplomática, Abaunza considera que ya hay negociaciones para obtener los 24 votos requeridos.
¿Negociación a tres bandas?
“Cabe el hecho de que se pueda estar haciendo una negociación entre Almagro, Estados Unidos y Caricom, una posición que se viene a reforzar con el Grupo de Lima, al desconocer la legitimidad de Maduro, (postura) que se verá reforzada por la OEA, porque solo se necesita la mayoría simple, los 18 votos para desconocer (el gobierno de Maduro). Sencillamente no hay futuro (con Venezuela). Esto deja entrever que los 24 votos ya se tienen”, calculó el exdiplomático.
Rangel considera que por esos tres factores mencionados el Caribe podría inclinarse a favor de aplicar la Carta Democrática, tomando en cuenta que “la comunidad internacional está de acuerdo que en Nicaragua gobierna una dictadura, que está fuera de la Carta Democrática y que hay un informe sobre las graves violaciones a los derechos humanos”.
La Carta Democrática es el instrumento jurídico creado en 2001, para preservar la institucionalidad democrática en América. Su artículo 20 establece que el secretario general o cualquier Estado miembro de la OEA puede solicitar la convocatoria inmediata del Consejo Permanente, cuando en un país miembro se produzca una alteración del orden constitucional que afecte gravemente su orden democrático.
Informes fulminantes
Rangel, exministra de la Presidencia de Venezuela durante el segundo gobierno del expresidente Carlos Andrés Pérez, explicó que en el caso de Nicaragua la OEA puede lograr los votos porque existen los informes necesarios.
Menciona el caso del reporte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) —el cual establece que en Nicaragua se han cometido crímenes de lesa humanidad—, el informe de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Oacnudh) y la creación del Grupo de Trabajo para Nicaragua.
Este último ha presentado tres informes ante el Consejo Permanente de la OEA, sobre la represión y la falta de voluntad del régimen de Daniel Ortega para encontrar una salida a la crisis, que inició el 18 de abril de 2018 debido a la represión de la dictadura.
“Hay un informe terrible de violaciones a los derechos. Nicaragua es un país que no les ofrece nada a los países del Caribe, ¿por qué van a rifar su suerte por Nicaragua? Esos países que se han abstenido porque Venezuela les ha puesto presión”, afirmó la analista.
La carta venezolana
“Hay dos escenarios que pueden pasar: que todos estos factores mencionados llevan a que el secretario general (de la OEA) reúna los votos (para la aprobación de la Carta Democrática), pero también puede pasar que no los reúna porque Venezuela decida hacer un acuerdo por debajo (de la mesa con Caricom)”, afirmó Rangel.
Para la analista, Venezuela todavía tiene una carta que jugar —la cual es Guyana— y es que le ofrezca al Caribe que va arreglar el conflicto con Guyana por debajo de la mesa. “Si Venezuela hace eso, mantendrá la cohesión del Caribe detrás de ella”, agregó.
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De presentarse ese escenario, de acuerdo con la experta, Venezuela podría conseguir que Caricom vote en contra de la resolución de Nicaragua y en contra de la resolución de Venezuela.
“Entre una roca y un precipicio”
“Venezuela está entre una roca y un precipicio. Si el Gobierno de Venezuela reacciona de una manera violenta contra Guyana, pierde el Caribe, porque (esos países) respaldan a Guyana, por el precio que le pudiera pagar Guyana por la defensa cuando empiece a sacar el petróleo (del territorio en conflicto del Esequibo). Si Venezuela no reacciona, Guyana le va a quitar el territorio y el poquito apoyo que le queda al régimen de Venezuela. (Hugo) Chávez se hizo de la vista gorda con lo del reclamo del Esequibo, a petición de Cuba, con las consecuencias que eso tiene ahora porque Guyana sí tiene gobierno, Venezuela no”, apuntó.
Abaunza sostiene que los ataques de Venezuela a Guyana en las últimas semanas podrían indicar que no habrá ningún acuerdo porque Caricom ha reiterado su apoyo a Guyana.
El conflicto ha escalado, luego que la Armada de Venezuela interceptó a finales de diciembre un barco que exploraba petróleo en la plataforma continental de Guyana, contratado por la Exxon Mobil. Guyana denunció la violación de Venezuela a su soberanía.
Otra vez en el organismo
El Consejo Permanente abordará el tema de Nicaragua, el próximo 11 de enero, ahí se espera sea convocada la Asamblea de Cancilleres, donde podría ser aprobada la Carta Democrática a Nicaragua.
Un día antes ese organismo se reunirá para abordar el tema de Venezuela y se espera sea desconocido el régimen de Nicolás Maduro, uno de los pocos aliados que le quedan a Daniel Ortega en el mundo.
Frente a las evidencias de las violaciones a derechos humanos, perpetradas por la dictadura de Nicaragua, la posición del régimen ha sido decir que fueron víctimas de un golpe de Estado. Sin embargo, los informes de organismos defensores de los derechos humanos aseguran que no fue así y que, en cambio, hubo graves violaciones a los derechos humanos y la comisión de delitos de lesa humanidad contra la población.