Un día después que LA PRENSA publicó sobre la construcción de pequeños muros en algunas rotondas de Managua y que parecían ser barricadas, obreros de la Alcaldía fueron enviados a derribarlos casi en su totalidad y además sembrar árboles en los alrededores.
Los muros que tenían una altura de casi un metro fueron reducidos a unas seis pulgadas, dejando el resto de piedras canteras, ya utilizadas, a un lado.
La construcción, que según los concejales de Managua no fue anunciada en el Concejo ni aparecía reflejada en el Plan de Inversión Anual (PIA) 2019, ocurre en un contexto en que la Policía Orteguista mantiene una permanente vigilancia en las vías principales, con el fin de no permitir que ningún ciudadano opositor al régimen salga a protestar.
La rebelión cívica estalló el 18 de abril de 2018. Ese día el régimen respondió con represión y desde entonces el país está sumergido en una profunda crisis sociopolítica. Como salida a la misma se instaló un Diálogo Nacional pero Ortega demostró no tener voluntad de buscar una salida y mientras mandaba a sus funcionarios a hablar, repartía balas en todo el país.