Después de tres batallas entre felinos, los Leones de León han resultado más fieros que los Tigres de Chinandega. Y les han ganado con un margen tan contundente, que se teme hasta de una tendencia irreversible en la Serie Final.
Hasta el momento, ha quedado la impresión de que los Leones estaban fríos en el primer juego, cuando fueron vencidos 4-0, con un ataque fuera de ritmo y una defensa agrietada, mientras los Tigres lucían en su punto.
Sin embargo, en los dos últimos encuentros, los Leones despertaron con violencia y se ha impuesto 7-4 y 14-2, para tomar ventaja 2-1 en la Final, que continúa esta tarde en Chinandega (6:00 p.m.).
Los Leones superan 21-10 a los Tigres en carreras anotadas y también están arriba en picheo y bateo colectivo. Están a la mitad del camino hacia el título, pero una victoria de los Tigres hoy y todo estará como al inicio.
¿Qué podría pasar ahora? Lo más probable es que León siga fiero y que se lleve el título, pero de eso no hay garantías, menos en beisbol, donde el partido anterior no tiene necesariamente incidencia en el juego de hoy.
Cuando me dicen que un equipo se desploma tras una paliza, les recuerdo que revisen lo que pasó en la Serie Mundial de 1960 entre Piratas y Yanquis. Los de Pittsburgh ganaban a pellizcos . Los de Nueva York por paliza.
Al final, se impusieron los Piratas, porque esto es el que llega a cuatro victorias, no los marcadores. Pittsburgh ganó 6-4 el duelo inicial. Los Yanquis contestaron 16-3 y 10-0, pero Pittsburgh ganó luego 3-2 y empató 2-2 la serie.
Los bucaneros se fueron arriba 3-2 con un triunfo 5-2 en el quinto duelo, pero los Yanquis tronaron 10-0 para nivelar 3-3, antes de caer 10-9 en el duelo decidido por el famoso jonrón de Bill Mazeroski en el cierre del noveno.
León tiene las riendas de la serie 2-1 y un mejor equipo, pero mal haría si cree que los Tigres están acabados. Tiene que salir al campo y edificar una nueva victoria. Ya tiene dos, pero esto es a cuatro.
El dueo de hoy es clave para ambos equipos, pero sobre todo para los Tigres. Un revés ahora los deja contra la pared, mientras que León tiene más margen para el error, pero debe ser incómodo tener a los chinandeganos a la par.
En teoría, es muy difícil frenar a los Leones, un equipo que ha tomado el ritmo y ajustado su defensa, pero siempre es mejor esperar qué sucede en el terreno de juego.
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