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presos políticos

El régimen orteguista ha acusado a a la mayoría de los presos políticos de terrorismo. LA PRENSA/ARCHIVO

Los presos y presas políticas sufren enfermedades sin atención médica

Una de las presas políticas que ha estado en riesgo de muerte es Ruth Esther Matute quien aún sigue internada en el hospital de la Policía Carlos Roberto Huembes, porque, adquirió una bacteria y ahora está con fuertes antibióticos

Los privados y privadas de libertad por asuntos políticos bajo el régimen de Daniel Ortega sufren dolencias y enfermedades provocadas por las golpizas que recibieron en las cárceles de tortura en el Chipote y por enfermedades crónicas que padecen y se les han agudizado por la falta de atención médica y tratamiento de las respectivas enfermedades, afirman familiares y abogados defensores.

Una de las presas políticas que ha estado en riesgo de muerte es Ruth Esther Matute quien aún sigue internada en el hospital de la Policía Carlos Roberto Huembes, porque después que fue operada para cambiarle el marca pasos del corazón, adquirió una bacteria y ahora está con fuertes antibióticos, afirmó su abogada, Rosario Flores.

“Forenses del Instituto de Medicina Legal llegaron a valorarla el viernes 18 de enero al hospital. Tiene una bacteria que adquirió durante la cirugía por eso presentaba fuertes fiebres y escolofríos y ahora está con fuerte antibiótico por un mes. Su pronóstico es reservado”, detalló la abogada.

Matute fue llevada de urgencias al hospital tras presentar arritmia cardíaca severa y dificultad para respirar. Matute fue trasladas por autoridades del Sistema Penitenciario hasta el viernes 4 de enero, a pesar que el 5 de diciembre la juez orteguista Karen Chavarría a solicitud de su abogada solicitó que la trasladaran a un centró médico y que le cambiaran la medida cautelar, porque no puede estar bajo sistema carcelario.

Matute, de 28 años, es acusada de supuesta conspiración del delito de terrorismo y originaria de Monimbó, tiene instalado un marcapasos en su corazón desde hace 14 años, porque tiene un bloqueo congénito en una de las arterias del corazón, explicó su abogada.

Con pie inflamado y fiebre

Al igual que Matute hay unos 40 privados de libertad por orden del régimen, que están enfermos. Otro caso reciente es el de Crisffer Steven Molina, quien llegó ardiendo en fiebre a audiencia de juicio en el Juzgado Sexto Distrito Penal de Juicio de Managua, ante el juez orteguista Ernesto Rodríguez, el 11 de enero.

“Tuve que pedir la suspensión del juicio porque Criffer tenía inflamado el pie y estaba ardiendo en fiebre y me dijo que había pedido a los del sistema que lo mandaran al médico porque estaba presentando fiebres y el pie le dolía mucho y no hicieron caso de llevarlo”, comentó

Yonarqui Martínez, defensa de al autoconvocado acusado de supuesto tráfico de armas.

El judicial no tuvo otra opción que remitirlo al médico porque el deterioro de la salud era evidente y suspendió el computo del plazo del proceso y programó audiencia para alegatos finales para el próximo 23 de enero.

También está el caso de Max Francisco Cruz Gutiérrez, originario de la Isla de Ometepe, Rivas, a quien aún no le sanan las heridas de la pierna porque las condiciones que tiene en la celda son peores que las del hospital donde lo mantuvieron custodiado, explicó su abogado Maynor Curtis.

Cruz fue herido por un antimotín de la Policía Orteguista, cuando allanaron ilegalmente su casa por haber participado en una manifestación contra el orteguismo.

Violan derecho a la salud

Con la falta de asistencia médica para presos y presas políticas y otros reos condenados por delitos comunes, las autoridades penitenciarias violan el derecho a la salud, a la dignidad humana, contemplados en la Constitución Política de Nicaragua y la Ley Penitenciaria, explicó la abogada Yonarqui Martínez.

El artículo 38 de la Ley Penitenciaria sobre chequeo médico, ordena que a cada privado de libertad se le debe practicar valoración médica al momento de su ingreso al penal con el fin de verificar su estado de salud física y mental.

Además, las autoridades deben dar aviso a sus familiares si algo grave les pasara dentro del sistema penitenciario, respecto a su salud o accidentes.

Otros presos políticos enfermos son el profesor Juan Bautista Guevara, de Ticuantepe, quien al parecer perdió la audición, Dilon Zeledón Ramos, también perdió la audición del oído derecho, ambos producto de la golpiza que les dieron en el Chipote.

36 este artículo de la Constitución Política de Nicaragua manda a que toda persona tiene derecho a que se respete su integridad física , Psíquica y moral. nadie será sometido a torturas, tratos crueles inhumanos o degradantes.

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