Un preso en Nicaragua come con menos de un dólar al día. Este año, el Ministerio de Gobernación (Migob) espera asignar hasta 25 córdobas promedio para su alimentación diaria.
Esto es una de las “prioridades estratégicas” del Migob establecidas en el Marco Presupuestario de Mediano Plazo 2019-2022.
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“Continuar mejorando la norma alimenticia para los presos del país, incrementando la norma diaria promedio de alimentación para el 2019 hasta C$25”, se lee en el documento.
Esta mejora se espera que en los años siguientes pueda llegar hasta cuarenta córdobas: treinta córdobas en el 2020, 35 córdobas para 2021 y cuarenta córdobas para 2022, estipula el Migob.
Para el asesor legal de la Comisión Permanente de Derechos Humanos, Pablo Cuevas, esta partida económica asignada para alimentación es “irreal”, casi que hasta “irónico”, tomando en consideración el coste de la vida, y lo que poco que se puede comprar con 25 córdobas. “Es una responsabilidad del Estado velar por sus derechos (de presos), derechos elementales, como son derecho a la salud, a la alimentación, y con 25 córdobas no se puede ni siquiera (mantener) una dieta precaria, y al estar mal alimentados lógicamente habrá un deterioro en su salud”, dijo Cuevas.
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En el 2018 las cárceles del país se empezaron a llenar de reos políticos, cuyos familiares denuncian una serie de violaciones a sus derechos, entre estos que no gocen de los mismos beneficios que los reos comunes, quienes tienen acceso a cocinas eléctricas para preparar su propia comida.
Ivania Álvarez, apoyo del Comité Pro Libertad de Presos Políticos, explicó que los familiares de estos han estimado que el gasto mensual para garantizar la paquetería a sus hijos, hermanos o parientes, ronda los siete mil córdobas. Los reos políticos no pueden cocinar y dependen de los alimentos que les llevan sus familiares. Se estima que 740 reos políticos están en las cárceles, según datos del Comité.
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Para Álvarez, el presupuesto designado para alimentación coloca a la persona como si estuviera en extrema pobreza. Por su parte, Cuevas indicó que es una muestra de las prioridades del Estado.
“No le interesan los presos, no le interesan los internos, y no le interesan que en la Constitución Política exprese que nuestro sistema penitenciario es humanitario”, dijo el asesor legal de CPDH.
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Álvarez valoró que la asignación presupuestaria para alimentación es otra violación a los derechos humanos. Sugirió una revisión, empezando por lo más básico, que es la alimentación, y después la inversión en infraestructura, actividades recreativas, entre otros.
Cifras bajo llave estatal
El bajo presupuesto para alimentación de los reos no es un tema nuevo. En 2002 se asignaban seis córdobas para la comida diaria de los presos, ese presupuesto ha ido aumentando hasta 25 córdobas en el 2019, sin embargo sigue siendo mínimo. Pablo Cuevas, asesor legal de la Comisión Permanente de Derechos Humanos, explicó que en años anteriores conocían sobre la vida en el penal por publicaciones del Ministerio de Gobernación, pero el problema actual es que “hay un secretismo horroroso”.
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