Nicaragua reiteró este martes que el grupo criminal que mató a cuatro de sus policías partió de Costa Rica, pese a que ese país rechazó “de plano” responsabilidad de los hechos, ocurridos en una zona cercana a la frontera.
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Según una nota enviada a la cancillería de Costa Rica, el gobierno de Nicaragua “reitera en toda su extensión” su protesta referida a los hechos sangrientos de la semana pasada donde murieron cuatro agentes asesinados por la banda criminal El Jobo que “penetró desde territorio costarricense” para cometer el ataque.
La nota de la cancillería nicaragüense es una réplica a la respuesta costarricense que el martes “rechazó de plano la protesta de Nicaragua, al igual que cualquier sugerencia en cuanto a la posibilidad de que Costa Rica tenga responsabilidad alguna” con el ataque a los policías.
En su nueva protesta, Managua mencionó reportes periodísticos en The New York Times del 14 de enero y del Diario Extra de Costa Rica del 15, con información sobre la existencia de “casas de seguridad” en Alajuela (Costa Rica) donde se aglutinan personas que lideran agrupaciones delictivas diversas.
Un grupo autodenominado Los Atabales se atribuyó el ataque a los policías y lo calificó como una “acción insurgente” contra el gobierno de Daniel Ortega.
A menudo las relaciones entre ambos países son tensas por asuntos limítrofes o migratorios. Miles de nicaragüenses han huido a Costa Rica temiendo por su seguridad, desde que en abril pasado estallaron protestas antigubernamentales que dejaron entre 300 y 500 muertos, según organismos de derechos humanos y más de 600 detenidos.