El Ministerio Público apeló la sentencia donde condenan al basquebolista autoconvocado Carlos Silva Rodríguez, de 43 años, a dos años de prisión por entorpecimiento al servicio público y exposición de personas al peligro, porque considera que la pena impuesta fue muy baja, según explicaron sus familiares.
A Silva lo acusan de participar en la quema del árbol de la vida, símbolo del régimen de Daniel Ortega, ubicado en la rotonda universitaria Rigoberto López Pérez, el día 11 de mayo de 2018.
Supuestamente lo vieron con un galón roceando combustible al árbol de ornato y luego le lanzó un fósforo encendido para que se quemara la estructura eléctrica y luego lo cortó con una sierra junto a muchas personas desconocidas.
La causa se ventiló en el Juzgado Cuarto Local Penal de Managua, donde la juez Alia Dominga Ampié. La sentencia fue impuesta el 17 de diciembre de 2018 y la Fiscalía apeló el 7 de enero.
En espera de audiencia
La juez mandó a escuchar a la parte apelada el 11 de enero y una vez vencido el plazo, orientó que remitieran el expediente a la s oficinas de recepción y distribución de causas y escritos (ORDICE) para que estos asignaran juzgado de juicio para que resuelvan lo pertinente.
“Dicen que ahora la supuesta víctima de exposición de personas al peligro porque estaba cerca cuando supuestamente Carlos tiró un mortero, ahora tiene lesiones psicológicas, ya no hayan que inventar”, dijo un familiar del procesado.
Silva Rodríguez, fue señalado por la Policía Orteguista de ser terrorista porque supuestamente colaboró junto a cienes de ciudadanos a derribar un árbol de la vida conocido también como “Chayo palo”, por ser estos símbolos del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
Además, pasó 45 días bajo detención ilegal en el Chipote. Silva Rodríguez fue detenido el 25 de agosto, mientras jugaba baloncesto en las canchas del parque Luis Alfonso Velázquez en Managua, relató su padre.