El aterrizaje de la Serie del Caribe en Panamá, forzado por la grave crisis que se vive en Venezuela, nos sitúa más cerca del anhelado evento de beisbol profesional, que por años ha parecido no solo distante, sino escurridizo.
Y no es proximidad geográfica, sino acercamiento real para los países cobijados bajo el alero de la Serie Latinoamericana, un proyecto que hasta no hace mucho, parecía ir hacia ningún lado.
Pero en lugar de eso, ahora tiene a uno de sus miembros dentro del evento más importante del beisbol del Caribe, adelantando un año el acuerdo firmado en 2018 con este mismo objetivo.
Para muchos se debió seguir el proceso que quedó establecido en los acuerdos: el equipo campeón de la Serie Latinoamericana reforzado, será el sexto equipo en la Serie del Caribe en 2020.
Sin embargo, además de levantar la mano mostrando disposición para la organización inmediata de la serie, a Panamá hay que reconocerle que tiene un universo más grande de jugadores que nosotros.
Su economía ha estado en constante crecimiento y su estadio Rod Carew, es uno de los mejores de la región. Así que Panamá era quien más próximo estaba en el radar de la gente de la Confederación del besibol del Caribe.
Es verdad que la Serie del Caribe ya se ha hecho, por ejemplo, en ciudades como Miami que no tienen equipo compitiendo en el evento, pero Panamá será un atractivo especial ante su gente en esta ocasión.
Lo que nos queda a países como nosotros, es continuar trabajando con el propósito de mejorar el beisbol, lo cual pasa por desarrollar talento que pueda ser atractivo para ser firmado profesionalmente.
Pero sobre todo, lo que se necesita es mostrar una mejor imagen como un país sujeto de crédito, algo de lo que no se dispone por ahora. Lo que queda es ver si Panamá toma a algún nica de refuerzo.
De modo que la Serie del Caribe vuelve a Panamá (del 4 al 10 de febrer0) y con ello crece la esperanza no solo de participar algún día cercano, sino también traer el evento para aquí.
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