Para el año 2040, Nicaragua necesitará más de 100,000 maestros, unos 50,000 enfermeros y 20,000 médicos, así lo afirma el estudio Educación y salud: ¿los sectores del futuro? del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Pese a la necesidad expresada, en Nicaragua la mayoría de los profesionales se están yendo del país ante la crisis desatada por la represión.
Las proyecciones del estudio del BID se realizaron a partir de una serie de variables dependiendo del sector: “En el caso del educativo, se consideran la población en edad de estudiar, las tasas de matrícula escolar y el número de niños por maestro. Para el sector salud, se estima la proporción de médicos con respecto a la población de adultos mayores que existirá en las próximas décadas, así como la proporción de enfermeros por cada médico”.
Un médico nicaragüense que salió al exilio durante los días más difíciles de las protestas manifestó que el hecho de que muchos doctores especialistas y subespecialistas hayan salido de Nicaragua ha debilitado la atención médica en los hospitales públicos, pero la consecuencia a mediano plazo es peor, ya que estos doctores estaban formando a los futuros médicos de esta nación.
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“El impacto (de la fuga de profesionales) claro que es inmediato, pero va a ser más terrible a mediano y largo plazo porque la formación de recursos se ve obstaculizada, no tenemos subespecialistas, ni especialistas apoyando la docencia y enseñanza para formar buenos médicos, lo que tenemos es un montón que es afín al gobierno y los han graduado sin el rigor académico que corresponde”, expresó el médico exiliado.
A criterio del doctor Ricardo Pineda, quien también se encuentra fuera del país, la fuga de profesionales de Nicaragua comenzó mucho antes de la brutal represión del régimen gobernante y los despidos masivos en el Ministerio de Salud.
Quieren ejecutores
“El primer mandamiento de la ley de doña Rosario (Murillo) es uno que dice: no queremos pensadores sino ejecutores. De las personas que trabajan en el Estado el que piensa se va; entonces, la fuga de profesionales no solamente es cuando físicamente te vas del país sino cuando tu criterio profesional es anulado por la voluntad de una persona”, expresó Pineda.
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Ambos médicos en el exilio, precisaron que no todos los profesionales de la salud que han salido del país pueden continuar ejerciendo su labor, ya que muchos salieron a Costa Rica donde han solicitado refugio y aún no cuentan con los documentos de trabajo. Otro médicos están autenticando sus documentos en México y los Estados Unidos.
Un golpe al futuro
En el último año, Nicaragua no solo ha perdido a médicos y enfermeros sino a una gran cantidad de estudiantes universitarios, quienes se fueron al exilio por la crisis sociopolítica que hay en esta nación. Solo en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua) desertaron 9,000 estudiantes en los últimos meses, según reconoció Ramona Rodríguez, rectora de esa universidad.
La Universidad Centroamericana (UCA) explicó recientemente que en el último semestre sólo se inscribió la mitad de los estudiantes que estaban matriculados en esa universidad antes de las protestas contra el régimen.
Además, en los colegios privados reportaron que la matrícula 2019 ha disminuido debido a que muchos jóvenes se fueron del país.
La fuga de profesionales no solamente es cuando físicamente te vas del país sino cuando tu criterio profesional es anulado por voluntad de una persona”.
Ricardo Pineda, médico nicaragüense exiliado luego de haber socorrido a decenas de personas.