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El doctor William Ugarte Guevara renunció a su cargo en la UNAN-León. LA PRENSA/CORTESÍA

Médico renuncia y denuncia las arbitrariedades que se cometen en la UNAN-León

El escrito del doctor Ugarte más que una carta de renuncia es una denuncia pública sobre los atropellos y abusos que se siguen cometiendo en la UNAN-León

El director del Centro de Investigación en Demografía y Salud (CIDS) de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-León), William Ugarte Guevara, renunció al cargo que desempeñaba desde hace ocho años. Según él las causas que lo llevaron a tomar esa decisión fueron las múltiples amenazas de despidos que recibió en los últimos meses y su inconformidad por el maltrato que han dado las autoridades de la universidad a los estudiantes, docentes y trabajadores administrativos.

En su carta de renuncia Ugarte Guevara le explica a la rectora de la UNAN-León, Flor de María Valle, que la decisión no fue fácil pero que a su criterio en esa universidad no existen “condiciones para la convivencia, el respeto, la tolerancia y el progreso que caracterizaba a nuestra alma mater. Antes un ‘baluarte de la libertad de pensamiento y de la autonomía universitaria’ ahora todo lo opuesto y eso todos lo sabemos”.

El escrito de Ugarte más que una carta de renuncia es una denuncia pública sobre los atropellos y abusos que se siguen cometiendo en la bicentenaria universidad.

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“Le comunico que los motivos de mi renuncia se deben a las circunstancias que son bien conocidas en el contexto de nuestra universidad… he sido testigo del maltrato a mis estudiantes, colegas y personal administrativo de forma reiterada e inmoral por parte de personas que se dicen ser ‘profesionales universitarios’ y personal externo. Además, personalmente he recibido, comentarios inapropiados de personas que consideraba no sólo colegas sino amigos e interferencias en mi quehacer laboral”, señaló Ugarte.

Descomposición gradual y molestia fue en aumento

Según el doctor Ugarte la primera vez que percibió cómo se estaba perdiendo autonomía universitaria fue en el año 2013, cuando regresó de estudiar en Estados Unidos y se encontró que en el paraninfo de la UNAN-León estaban sacando fotografías para los carné de militancia sandinista. El ambiente laboral no era el mejor pero nadie decía nada por no perder su trabajo.

“Era un secreto a voces todo eso, pero vine aceptándolo porque al final esa era la política de la institución. Esto no es del 2018, es de mucho tiempo atrás, dijo Ugarte, quien al ver la rebelión estudiantil no dudó en involucrarse.

Sin embargo, este médico no fue echado de la UNAN-León junto el resto de sus colegas pero asegura que también ha sido víctima de la venganza del régimen. El ambiente de trabajo en la universidad es bastante hostil y los estudiantes que decidieron regresar a clases tienen la moral baja.

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“Hay muchas emociones encontradas en los estudiantes, obviamente porque saben que –en el caso de medicina– tienen una enorme responsabilidad porque son los futuros médicos y no formarse afectaría al país, pero a la vez había temor, muchos están obligados por su familia incluso en contra de su voluntad”, dijo el médico.

En los últimos meses las autoridades de la UNAN-León echaron a decenas de médicos y expulsaron a estudiantes que participaron en protestas contra el régimen, yendo en contra de la autonomía universitaria y respondiendo a los intereses de la dictadura.

Esta es la carta en la que el docente pone su renuncia. LA PRENSA

La “ética” del orteguismo

En la delegación del Ministerio de Educación, en Nandaime, hacer comentarios en contra del régimen o haber participado en manifestación en contra constituyen una “falta de ética” que amerita el despido del infractor.

Es el caso de la profesora Omara Palacios, quien fue despedida y en la carta que le entregaron dice: “Por este medio se le comunica, que a partir de la fecha, el Ministerio de Educación prescinde de sus servicios, por falta a la ética”. Argumento que a su criterio es falso.

Palacios aseguró que la verdadera razón de su despido fue su participación en las marchas y que en ocasiones anteriores le habían llamado la atención.

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