Carlos Brenes, Tomás Maldonado y Alfonso Morazán son tres militares en retiro y guerrilleros sandinistas que combatieron contra el dictador nicaragüense, Anastasio Somoza, en los años 80. Cuatro décadas después, los tres exguerrilleros coinciden en la cárcel por la misma causa: luchar contra una nueva dictadura instaurada por Daniel Ortega en Nicaragua.
Los tres militares en retiro son acusados de terrorismo, crimen organizado y otros delitos, como venganza del régimen orteguista contra sus disidentes. Para Brenes y Maldonado, quienes enfrentan el proceso juntos, la Fiscalía solicitó 34 y 32 años de prisión respectivamente, luego de que fueran declarados culpables.
Carlos Brenes, el brazo derecho de Camilo Ortega
El excoronel Carlos Ramón Brenes Sánchez, de 63 años, habitante de Monimbó, Masaya, fue capturado el pasado 28 de agosto del 2018 en el puesto fronterizo de Peñas Blancas, Rivas, por miembros del Ejército de Nicaragua cuando pretendía viajar a Costa Rica, para tratarse una diabetes que padece desde hace 33 años. El exguerrillero padece otras 15 enfermedades más.
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Su hijo, quien se desempeña como médico en Costa Rica, le facilitaba al exguerrillero los chequeos correspondientes y las medicinas necesarias para controlar su enfermedad.
El 16 de mayo, Brenes leyó un pronunciamiento de parte de un grupo de militares en retiro en la que exigían la salida de Daniel Ortega del poder. El documento fue leído por Brenes en la plaza Pedro Joaquín Chamorro, de Monimbó. Ahora lo acusan de haber dirigido los principales “grupos terroristas” de Carazo.
La Fiscalía orteguista le atribuye a Brenes delitos como crimen organizado, terrorismo, entorpecimiento de servicios públicos y daño en perjuicio del Estado de Nicaragua.
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Brenes fue considerado el brazo derecho de Camilo Ortega Saavedra, hermano menor del actual dictador nicaragüense con quien también compartió momentos como guerrillero. Además, el excoronel fue también un militar de rango en las dos guerras de Nicaragua.
La exguerrillera Dora María Téllez y el general en retiro, Hugo Torres, han calificado a Brenes como una persona íntegra, limpia y pulcra. Daniel Ortega “necesita enviar un mensaje de castigo a todos los sandinistas que se han volcado a la lucha azul y blanco”, dijo Téllez durante una entrevista brindada a LA PRENSA.
Tomás Maldonado, el mayor en retiro que oraba en los tranques
Tomás Maldonado, Mayor en retiro del Ejército de Nicaragua se refugiaba en una vivienda en Managua de donde fue sacado por paramilitares orteguistas el pasado 2 de agosto. Huyó de su casa, en Jinotepe, debido a la brutal persecución y las constantes amenazas de muerte que sufría por parte de fanáticos orteguistas.
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Al mayor en retiro lo tildaron de traidor porque, según su esposa, Julia Gutiérrez, este no quiso aceptar unirse a las fuerzas paramilitares del régimen orteguista, quienes pretendían sacar provecho de su experiencia militar.
Maldonado al igual que su hijo, Joao Maldonado, son presos políticos del régimen orteguista. Al mayor en retiro lo acusan, junto a Brenes, de dirigir una “estructura criminal con experiencia militar” que ejecutaba “actos delictivos en los municipios de Jinotepe, Dolores y Diriamba con el objetivo de infundir temor y pánico en la población”, asegura la acusación de la Fiscalía orteguista.
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Otro implicado en dichas acusaciones es el también mayor en retiro, Roberto Samcam, quien se exilió en Costa Rica desde el mes de julio.
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El verdadero delito de Maldonado, quien dirige como pastor una iglesia evangélica en Jinotepe, fue llegar a los tranques para orar por los jóvenes que, al igual que su hijo, ahí permanecían resistiendo los ataques estatales. Yessenia Maldonado, hija del militar en retiro, aseguró a LA PRENSA que “su única arma era predicar la palabra del Señor”.
Alfonso Morazán, el militar en retiro que apoyó toda su vida al orteguismo
A sus 57 años, el militante histórico del Frente Sandinista durante la revolución y también militar en retiro, Alfonso José Morazán Castillo es acusado de desnudar, amarrar, pintar y posteriormente torturar, el pasado 9 de junio, a un ciudadano en uno de los tranques de Matagalpa.
El militar en retiro fue secuestrado, al igual que sus colegas Brenes y Maldonado, por hombres armados y encapuchados a bordo de dos motocicletas el pasado 22 de octubre a dos cuadras de su casa, ubicada en el sector Las Praderas, en Matagalpa.
Su hijo es el activista Yaser Morazán, una voz crítica al régimen de Daniel Ortega en Nicaragua y que ahora se encuentra en el exilio, también por amenazas de muerte en su contra.
El día del secuestro, Yaser explicó que durante casi toda su vida su padre apoyó al orteguismo. Pero a partir del 18 de abril, cuando se dio el estallido social contra Ortega, el militar en retiro empezó a apoyar las protestas ciudadanas por considerar injustos los crímenes cometidos contra la población nicaragüense que aún exige la salida del poder de Daniel Ortega.
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Además, Morazán es el segundo preso político al que le niegan enterrar a su madre, Carmela Arteta, quien falleció en Matagalpa a consecuencia de una neumonía. Los hijos del exmilitar solicitaron un permiso especial para que asistiera a los funerales de su progenitora.
Morazán permanece recluido en las mazmorras de El Chipote y, al igual que Brenes y Maldonado, también enfrenta un proceso judicial.