La reforma tributaria anunciada recientemente por el régimen de Daniel Ortega no beneficiará a toda la población por igual, comentó ayer domingo monseñor Silvio Báez, obispo auxiliar de Managua, después de oficiar la eucaristía.
“Toda reforma al sistema tributario tiene que buscar el bien de toda la población y no solamente un fin recaudatorio para poder tener más dinero”, declaró Báez.
El jerarca católico también advirtió que el problema en Nicaragua “es político y no se puede arreglar de esta manera (con las reformas). Aquí hay que afrontarlo a la cara”, indicó.
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El régimen de Ortega ha insistido en que el proyecto de reforma fiscal que se introdujo la semana pasada en la Asamblea Nacional busca proteger a los más pobres. Sin embargo, las propuesta elaborada no perdona a nadie y, según especialistas, hasta el 70 por ciento de los productos de consumo nacional sufrirán alza tras la medida gubernamental.
Se alterarán los precios desde los grandes supermercados hasta el más humilde puesto informal de chucherías .
Para Báez, esta reforma significa, más allá del alza de los precios de muchos de los productos de consumo, el incremento de la tasa de desempleo en el país, ya que muchas empresas se verán en riesgo de cerrar o peor aún, se tendrán que ir del país, enfatizó.
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“Una sociedad está construida con principios evangélicos cuando cuida a los más débiles y cuando digo los más débiles, estoy pensando en los enfermos, jubilados, las personas desvalidas a las que el Seguro Social les va a sustentar la vida para que sigan existiendo y viviendo dignamente”, argumentó.
Al mismo tiempo de la propuesta fiscal, el régimen de Daniel Ortega retomó el mismo proyecto de reforma a ley de la seguridad social que implementó en abril pasado y que causó manifestaciones de la ciudadanía, las cuales fueron violentamente reprimidas, dejando entre 325 y quinientos ciudadanos muertos, según organismos de derechos humanos.
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La decisión de retomar la reforma del INSS, según Silvio Báez, no abona al “bien común”.
“Una reforma al Seguro Social que no tenga en cuenta una serie de problemas que habría que afrontar y resolver, incluso al interior de la misma institución, porque sabemos que ahí hay problemas gravísimos, y que solamente busque la solución subiendo los años de cotización, aumentando la cuota, o sea son soluciones que no benefician a la población”, afirmó.
La diferencia entre abril de 2018 y enero de 2019 —cuando se anuncian estas reformas— es que las protestas y todo tipo de pronunciamiento público están prohibidos por la Policía Orteguista, lo que es un claro atropello a un derecho fundamental de la sociedad, subrayó monseñor.
“Profetas” perseguidos
El obispo auxiliar Silvio José Báez, en su homilía del domingo, celebrada en la parroquia Nuestra Señora del Pilar, en Managua, se refirió a los profetas que no son bien recibidos en su tierra.
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“Nadie es profeta en su tierra porque hoy, como en Jerusalén en tiempos de Cristo, existen quienes persiguen a los profetas, ya que su palabra les incomoda a los que se sienten seguros con un dios amaestrado”, dijo Báez.
También destacó en que un profeta pone al descubierto mentiras y cobardías, injusticias y opresiones, y llama a un cambio de vida.
El prelado mencionó a San Oscar Arnulfo Romero como el ejemplo de profeta que ha hecho el papa Francisco para los obispos nicaragüenses. “Un profeta que dio la vida por su pueblo y nada lo calló por hablar de parte de Dios, la justicia y la misericordia”, confió.
Misa por Nicaragua y Venezuela
El cardenal de Honduras, Óscar Andrés Rodríguez, pidió el domingo a la patrona de su país, la virgen de Suyapa, por las crisis políticas que viven Venezuela y Nicaragua.
Rodríguez es uno de los cardenales más cercanos al papa.
También lo hizo por los miles de migrantes que intentan llegar en caravanas a Estados Unidos. “Queremos encomendarle de manera especial a nuestros hermanos de Venezuela y de Nicaragua”, dijo Rodríguez en la misa que ofició en la Basílica Menor de Suyapa, en la capital hondureña.
El gobierno de Honduras desconoce a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela en su segundo período, que comenzó el pasado 10 de enero, y la semana pasada reconoció al presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, como mandatario “interino” del país suramericano. (Efe)