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11 de agosto de 2018. Un ciudadano alza la bandera azul y blanco exigiendo justicia y libertad. Foto/ LA PRENSA/ Oscar Navarrete

La bandera que Daniel Ortega persigue en Nicaragua

Daniel Ortega la usó como capa en 2006 y ahora castiga con cárcel a quienes alzan con orgullo la bandera de Nicaragua. El azul significa justicia; el blanco, integridad, y el gorro frigio, libertad.

Hasta hace menos de un año lo normal era verla en los semáforos, pegada en los vidrios delanteros de los carros y alzada en los desfiles patrios. Y solía causar polémica solo cuando alguien la colocaba mal o la usaba como prenda para vestir. A nadie se le ocurría que podía ir a la cárcel por el simple hecho de ondear la Bandera de Nicaragua.

Es bastante raro que un gobierno persiga a las personas que alzan la bandera de su propio país. Incluso en Venezuela, reprimida por el régimen de Nicolás Maduro, la Bandera Nacional es utilizada tanto por la oposición como por el oficialismo. Sin embargo, dice la historiadora y exguerrillera Dora María Téllez, el Frente Sandinista ha desarrollado un “espíritu de secta” que está por encima de todo y antepone su bandera rojinegra a la bandera azul y blanco del país.

La Bandera Nacional ya había sido utilizada en diversas protestas ciudadanas, pero nunca tan masivamente como en las manifestaciones que se vieron en abril, mayo y junio de 2018. La bandera azul y blanco “fue enarbolada porque vino en parejo con la demanda de libertad y justicia. Estamos hablando de valores nacionales que deben cubrirnos a todos los nicaragüenses, sin distinción”, observa Téllez.

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Esta es nuestra bandera, desde el decreto de 1908. Esta es la bandera que el régimen de Ortega persigue. Foto/ LA PRENSA/ Oscar Navarrete

A su juicio, tanto la bandera como el Himno Nacional son “los signos por excelencia de esta rebelión cívica porque no se trata de una lucha de partidos, ni de una lucha divisiva”. Por el contrario, es una lucha que unifica a la inmensa mayoría de los nicaragüenses, a diferencia de lo que hace el orteguismo, que saca su bandera de partido.

Que la bandera sea utilizada precisamente para exigir justicia es una curiosa coincidencia, pues eso significa su color azul cobalto: justicia y lealtad. Mientras que el blanco representa la pureza y la integridad, y el gorro de su escudo de armas, libertad. Así lo establece la Ley sobre Características y Uso de los Símbolos Patrios, publicada en agosto de 1971.

Historia de la Bandera

Antes de que la actual bandera azul y blanco llegara para quedarse, en Nicaragua hubo otras tres y en dos de ellas igual se utilizaron esos colores. Como parte de las Provincias Unidas del Centro de América en 1823 adoptamos una sola bandera, aprobada por la Asamblea Nacional Constituyente de Centroamérica.

Catorce años después, en abril de 1838, Nicaragua fue el primer país en separarse de la Federación Centroamericana, pero continuó usando la bandera azul y blanco con su propio escudo de armas.

Así fue hasta que el 22 de abril de 1851 la Representación Nacional de Centroamérica, conformada por Nicaragua, Honduras y El Salvador, decretó el uso de nuevas insignias. Pero lo mismo se siguió utilizando el azul y el blanco. Lo que cambió fue el escudo de armas. De ahí viene que las actuales banderas de estos tres países centroamericanos sean tan parecidas.

La bandera más particular es la que apareció en el gobierno de Fruto Chamorro. Era una bandera tricolor: amarillo, blanco y nácar, con un escudo de armas formado por un círculo orlado por dos ramas de laurel, dentro del cual se veía un solitario volcán, bañado en su base por dos mares.

Nuestra actual bandera, la que ahora persigue Daniel Ortega, nació en el gobierno de José Santos Zelaya, partidario de la unión centroamericana. Zelaya quería una bandera como la que habíamos tenido cuando éramos parte de las Provincias Unidas del Centro de América, solo que con ligeras variantes.

Y el 5 de septiembre de 1908 firmó el siguiente decreto: “El escudo de armas de la República será un triángulo equilátero dentro del cual aparecerá dentro de su base una cordillera de cinco volcanes bañados por dos mares. En la parte superior de estos habrá un arco iris que los cubre, y bajo el arco, el gorro de la libertad esparciendo luces. Afuera del triángulo se escribirá circularmente: República de Nicaragua. América Central (…). Los colores nacionales serán el azul y blanco. El Pabellón constará de tres fajas iguales horizontales: blanca la del centro y azul la superior e inferior. El escudo aparecerá en el centro de la guarda blanca”.

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Irrespeto y criminalización

Los simpatizantes del régimen justifican la represión contra quienes usan la bandera alegando que “no se le puede usar de manera irrespetuosa”. Sin embargo, el 19 de julio de 2006, Daniel Ortega la usó como capa, montado a caballo. Foto/ Archivo de LA PRENSA

Cuando todavía no se había convertido en un objeto criminalizado, la Bandera de Nicaragua ya era irrespetada por el Estado. Sobre todo desde que Daniel Ortega regresó al poder. Con frecuencia se le veía apretujada entre el rojinegro del Frente Sandinista y las estrellas de Venezuela; a pesar de que la Ley establece que nuestra bandera siempre debe ir a la derecha, una posición que suele ocupar la bandera del partido que actualmente gobierna.

Tampoco se le debe emplear para cubrir monumentos de ninguna clase y mucho menos como lo hizo Daniel Ortega en el acto del aniversario 27 del triunfo de la revolución sandinista. El 19 de julio de 2006 llegó a la plaza vistiendo la Bandera Nacional como capa, al estilo Batman o Superman, y rozando la tela con la piel de un caballo.

Eso era antes. Ahora el régimen de Ortega persigue la bandera que antes usó como capa. En noviembre de 2018 el vendedor ambulante Luis Cuevas fue condenado a cinco años de cárcel por los delitos de amenaza con armas, tenencia ilegal de armas de fuego y entorpecimiento de los servicios públicos. Sin embargo, su abogado defensor calificó la sentencia como “injusta e ilegal” y afirmó que más bien parecía “una especie de represalia dado a que el señor (Cuevas) estaba como advertido de que no debía vender más banderas en la protesta”.

Pero hay más casos. Como el del ciclista Gabriel Grádiz, capturado por recorrer Managua con una bandera azul y blanco, y don Alex Vanegas, preso por trotar con la Bandera Nacional en protesta contra el régimen de los Ortega Murillo. Además del reciente caso de Avil Ramírez Mayorga, quien fue a parar varias horas al Chipote por el “delito” de ondear una bandera en la calle. Su bandera.

La paranoia del régimen de los Ortega Murillo llegó al punto de no permitir banderas grandes en un juego de futbol. En noviembre de 2018 la Federación Nicaragüense de Futbol (Fenifut) prohibió el ingreso de banderas de más de dos metros de largo por 1.5 de ancho para el partido entre las selecciones de Nicaragua y Haití.

Al día de hoy, la “normalidad” de la que el Gobierno presume se acaba cuando alguien decide salir a la calle con una bandera azul y blanco. A Anastasio Somoza Debayle le tocó perseguir la bandera rojinegra, recuerda Dora María Téllez. Ahora el Frente Sandinista persigue la bandera de su propio país.

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A partir de abril de 2018 la bandera de Nicaragua se convirtió en un símbolo de rebelión ciudadana. Se ha usado para exigir justicia y libertad. Foto/ Archivo de LA PRENSA


Esto es lo que dice la Ley

  • El color de la bandera debe ser el azul cobalto. No el azul celeste, ni el azul cielo.
  • La Bandera Nacional ocupará siempre el lugar de la derecha (izquierda del observador) en los casos en que se icen, porten o coloquen banderas extranjeras.
  • No podrá exhibirse bandera o pabellón extranjero en lugar más preeminente u honorífico que el que ocupe la Bandera Nacional.
  • La Bandera Nacional siempre ha de colgar totalmente y deberá quedar lo suficientemente alta para que su extremo no roce el piso, o un mueble, o la cabeza de los transeúntes. (Tampoco debe rozar la piel de un caballo).
  • Está terminantemente prohibido colocar la Bandera Nacional sobre retratos, placas conmemorativas, estatuas, monumentos, etc., a descubrirse.

 

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