El Parlamento Europeo emitió un comunicado oficial, después de la visita de trabajo que once eurodiputados de seis grupos políticos hicieron a Nicaragua del 23 al 26 de enero recién pasado.
En su comunicado, fechado el 29 del mismo mes de enero, el Parlamento Europeo oficializa las declaraciones que los eurodiputados dieron a la prensa al terminar su misión en Nicaragua.
“Nicaragua necesita de manera urgente recuperar el diálogo entre gobierno y oposición”, dice el Parlamento Europeo y precisa que “la negociación debe centrarse en las reformas necesarias para garantizar el respeto de la voluntad popular, condición sine qua non para una democracia creíble”.
Cabe recordar que al terminar la visita de los eurodiputados a Nicaragua, el diputado socialista español Ramón Jáuregui, jefe de la delegación, llamó a corregir o no cometer los errores anteriores. Y mencionó por ejemplo que haber transmitido el diálogo por televisión lo convirtió en un espectáculo mediático.
Pero sin duda que también fue un error de la oposición, la dispersión en la representación y temática del diálogo, el cual, como dice el Parlamento Europeo, debería centrarse en las reformas electorales para garantizar la celebración de elecciones legítimas, condición indispensable e irrenunciable de la democracia.
Otros actores internacionales y también sectores nicaragüenses han indicado la necesidad de que la oposición (entendiendo como tal a la Unidad Azul y Blanco que reúne a la Alianza Cívica y la Articulación de Organismos Sociales) escoja y presente públicamente a sus negociadores en el eventual diálogo nacional.
No cabe duda de que debe ser difícil que un movimiento tan plural y diverso política e ideológicamente, seleccione a unas pocas personas para que lo representen. Pero en política además de principios se debe tener sentido práctico y si hay voluntad se puede escoger con facilidad a tres personas, que no irían al diálogo a exponer y defender los programas y sentimientos de todos los componentes de la oposición, sino a negociar puntualmente el tema específico de las reformas indispensables para la celebración de elecciones auténticas.
A lo largo de la revolución cívica que comenzó en abril del año pasado, todos los grupos y personas que integran la oposición democrática han postergado sus programáticas particulares y coincidido en que la solución de la crisis debe ser cívica y pacífica, que tiene que pasar por un diálogo nacional y que la clave es la redemocratización de Nicaragua comenzando con la celebración de elecciones libres.
Los movimientos opositores pueden discutir entre ellos lo que quieran, pero el mandato a los negociadores tiene que ser específico: el tema electoral. Además los negociadores no tienen que ser representantes de todos los sectores, lo cual es imposible, sino unas tres personas de reconocida honestidad, capacidad, vocación democrática y habilidad negociadora.
Daniel Ortega se obstina hasta ahora en negarse a dialogar. Pero la dinámica internacional lo podría obligar a ceder en cualquier momento y la oposición debe estar preparada.