Los abogados defensores de los blufileños Brando Lovo y Glen Slate condenados injustamente por el asesinato del periodista Ángel Gahona, hecho ocurrido el 21 de abril, durante las protestas sociales contra el régimen de Daniel Ortega en Nicaragua, fueron claros en decir a los magistrados de apelaciones que la bala que asesinó al comunicador no salió de una arma hechiza y que la Policía Orteguista (PO) no profundizó en las investigaciones.
Además, señalaron que el peritaje balístico sobre el alcance del arma hechiza realizado por la PO fue alterado, que la Fiscalía no logró probar su tesis y que existe duda razonable a favor de sus representados.
Lovo fue condenado a 23 años y 6 meses de prisión por asesinato, lesiones graves, portación ilegal de arma de fuego y exposición de personas al peligro, mientras que Slate fue condenado a 12 años y seis meses de prisión por cómplice. La sentencia condenatoria la dio el juez orteguista Ernesto Rodríguez, titular del Juzgado Sexto Distrito Penal de Juicio de Managua.
La apelación se presentó en septiembre de 2018, aunque la audiencia fue realizada el 4 de febrero de 2019 en la Sala Penal Dos del Tribunal de Apelaciones de Managua (TAM), donde el abogado Norvin Cruz, defensa de Lovo, explicó a los magistrados Martha Quezada, Ingrid Lazo y Napoleón Pereira, que en el video número tres presentado en juicio se observa que de la zona donde sale el disparo está tomada por policías y antimotines, puesto que ellos ya habían replegado a los manifestantes y tenían el control de la zona.
Además, el abogado Maynor Curtis defensa de Slate reiteró que en ese mismo video donde se documenta el momento del disparo, y se ve cuando hiere al policía Carlos Anselmo Rodríguez, no se observa el fogonazo de donde sale el disparo, lo que confirma que no se utilizó una arma artesanal o hechiza sino una arma industrial (escopeta), pero la PO no investigó el hecho.
“A pesar de los videos, la Fiscalía ubicó a los procesados en la parte oeste del edificio donde quedaba la discoteca Bacu, es decir detrás de esta, pero el video es claro y muestra que en ese edificio no hay ningún civil y los únicos que están son antimotines, lo que indica que el testigo que dice vio a Brandon disparar llegó a mentir, claro porque estaba amenazado y lo tuvieron hasta preso”, comentó Curtis.
Otra de las inconsistencias señaladas en audiencia de apelación es el peritaje balístico sobre el alcance del arma hechiza realizado por la PO, ya que aseguran que fue “alterado”.
La tesis de la Fiscalía es que Brandon dispara la supuesta arma hechiza a 69 metros de distancia de donde está Ángel Gahona, y tomando en cuenta las especificidades de esta arma artesanal, según estudios científicos de peritos en balística, el arma hechiza tiene un alcance entre 15 y 25 metros porque pierde el 63 por ciento de gases de presión al momento de la detonación, porque el tubo del cañón es irregular. Además, el largo del cañón es de 42 centímetros, contrario a los 71 centímetros que mide el cañón del arma convencional, lo que suma dos desventajas para ser el arma utilizada en este asesinato.
“Sorpresivamente el peritaje realizado por la Policía en Managua y no en el lugar de los hechos, el arma artesanal tiene un alcance de 153 metros, es decir mucho más que el de una escopeta convencional, lo que es increíble, dijo Curtis.
Curtis también solicitó en apelación que trasladaran a ambos condenados al sistema penitenciario de Bluefields por los gastos que implica para su familia venir a visitarlos desde el caribe sur.
Los magistrados expresaron que notificaran la sentencia del caso por auto.
No lo asesinó una hechiza
El periodista Gahona muere producto de un trauma cráneo encefálico severo e irreversible que le produjo el proyectil de arma de fuego que le impacto en la cabeza. “Ese disparo que llevó a la muerte al periodista Ángel Gahona no fue con una arma hechiza”, insistió el abogado Norvin Cruz.
Migueliuth Sandoval, viuda de Gahona, mantiene que no está conforme con el juicio y sostiene que el verdadero asesino de su esposo es un policía, al que las autoridades están encubriendo.