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Los cuadernos que entregó el Ministerio de Gobernación a los hijos de los funcionarios públicos tienen grabado el emblema de la Policía Orteguista. LA PRENSA/CORTESÍA

Cuadernos con logos de la Policía representan un regreso a la década de los ochenta

El emblema de la Policía en cuadernos escolares se asemeja a la época en que en Nicaragua muchos niños aprendieron matemáticas sumando fusiles AK

El emblema de la Policía Orteguista (PO) en cuadernos escolares recuerda a muchos la época en que en Nicaragua muchos niños aprendieron matemáticas sumando o restando granadas y fusiles AK-47.

Era la década de los años ochenta, un periodo en que –al igual que hoy– la educación estaba muy politizada y que la doctora en educación Vanessa Castro recuerda como “un grave error”.

Los libros escolares de la década de los años ochenta eran los Carlitos, en los cuales el sesgo partidario era evidente y los ejemplos en los textos eran armas y otras representaciones bélicas. En un artículo del libro de español de segundo grado se invitaba a los niños a pertenecer a una organización partidaria: “Toño, Delia y Rodolfo pertenecen a la Asociación de Niños Sandinistas (ANS). Los niños sandinistas usan un pañuelo. Participan en las tareas de la Revolución y son muy estudiosos”, dice la lectura.

Para Castro, haber colocado el emblema de la PO en los cuadernos escolares es algo inaudito, ya que “la educación no debe ser ni religiosa ni ideológica” y a su criterio el régimen de Daniel Ortega está repitiendo errores que cometió en la década de los años ochenta.

“Lo que se hizo en los (años) ochenta por parte del Frente Sandinista, del cual yo era militante y además miembro de la Asamblea Sandinista, para mí fue un grave error, haber tratado de adoctrinar a los niños utilizando los libros y textos escolares”, expresó Castro.

“La educación no debe ser ni religiosa ni tampoco ideológica porque lo que vos querés es que los niños aprendan cosas que les van a ser útiles en la vida, para poder trabajar, ¿a quién le va servir que lo adoctrinen?”, se preguntó la especialista.

Un error y una falta de respeto

La presencia del emblema de la policía en cuadernos escolares está relacionado con la aplicación de la Ley de Reconciliación, ya que la PO es una de las instituciones encargadas de “imponer la reconciliación”, después que el mismo jefe de la PO, Francisco Díaz, reconoció en una entrevista con un medio de comunicación noruego que los paramilitares, que disolvieron los tranques a punta de plomo y asesinaron a cientos de personas, eran oficiales de esa institución.

“Para una parte de la población que ha sido víctima de la policía, que les han capturado a sus familiares o se los han asesinado ¿Cómo se van a sentir cuando vean ese logo? Para mí es un gravísimo error, una falta de respeto y una violación de la Constitución Política porque en ninguna parte dice que la educación es de un partido, ningún partido tiene derecho de adueñarse de la educación para adoctrinar a los niños”, enfatizó Castro.

Los cuadernos con el emblema de la Policía fueron entregados a los hijos de los funcionarios del Ministerio de Gobernación (Migob), previo al regreso a clases el pasado 4 de febrero.

La distribución de útiles escolares se realiza cada año, pero esta sería la primera vez que el logotipo de la institución represora del régimen es incluido en cuadernos de los menores.

En las portadas de los cuadernos también se destacan fotografías de los proyectos del gobierno.

PO traumó a la niñez

L a presencia de la policía en las escuelas resulta contraproducente, según el informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) la represión dirigida por la policía y paramilitares “hace que niños y niñas tengan miedo de estas personas cuando pasan por lugares específicos donde hubo represión o se esconden cuando ven una persona uniformada”.

El GIEI también destaca que “los niños viven una paradoja, pues las agresiones y amenazas vienen precisamente de las instituciones que se supone deberían proteger a la población. Incluso, relatos apuntan que muchos niños se sentían más seguros cuándo había tranques en las ciudades y barrios que después de los operativos llamados de ‘limpieza”.

Clases bajo asedio de la policía

Pese al trauma que han causado en los niños y adolescentes, durante el regreso a clases –el pasado 4 de febrero– la Policía Orteguista desplegó 15,000 oficiales en todo el país, supuestamente para garantizar la seguridad de los estudiantes. El plan policial incluía patrullaje de motorizados, vehículos, agentes a pie y regulación operativa de tránsito lo que generó mayor tensión en la comunidad estudiantil.

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