El perseguido político José Iván Cruz Gutiérrez, originario de la Isla de Ometepe, Rivas, presuntamente se suicidó el martes 12 de febrero en una casa de familiares en Managua.
Ahí se había refugiado tras salir huyendo de la Policía Orteguista (PO), que lo buscaba en la isla, por haber participado en marchas por la democracia.
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Era hermano del reo político Max Cruz, quien fue rafagueado por la PO y actualmente sufre en la cárcel un doloroso proceso de infección debido a las heridas de bala.
Así lo confirmó el abogado Maynor Curtis, defensor de Max.
La familia teme por la vida del reo político, quien tiene una fuerte infección en la pierna derecha y autoridades del sistema penitenciario no lo llevan al Instituto de Medicina Legal (IML), ni le dan medicamentos.
José Cruz, de 45 años, fue víctima de feroz persecución de la Policía, que en varias ocasiones llegó a buscarlo a su vivienda, mientras estaba escondido en la selva del volcán Concepción, pero luego logró salir y trasladarse hasta Managua en diciembre pasado, relató Curtis. Su cuerpo fue trasladado al IML, confirmó una sobrina.
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El hecho trágico se da mientras compañeros de celda en la galería 16-1, reos políticos del régimen de Daniel Ortega, procesados por ejercer su derecho constitucional a la protesta, denunciaron que mantienen desde hace cuatro días una huelga de hambre y desobediencia carcelaria en el Sistema Penitenciario Nacional Jorge Navarro, porque autoridades no prestan atención médica a Max Cruz, quien llora de dolor y emana pus de la rodilla derecha desde hace días.
A Cruz no lo llevaron a su cita médica el pasado 10 de enero en el Hospital Lenín Fonseca, donde le operaron la pierna. “Presenta fuertes dolores que no lo dejan dormir, al punto de causarle llanto, parece punto de gangrena por la expulsión severa de pus”, se lee en la denuncia.
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Sus compañeros le han limpiado la herida, pero carecen de equipos médicos y tratamiento adecuado.
Medicina “prohibida”
El director nacional del penal Venancio Alaniz alega que el medicamento asignado a Cruz “es prohibido” y tampoco puede ser trasladado a un hospital por órdenes superiores, denuncian los presos políticos.
Al respecto, el abogado Curtis expresó que habló con compañeros de celda de Max en los juzgados y le confirmaron el estado grave de salud de su representado. Además, refirió que presentó un escrito en los juzgados, solicitando traslado urgente al IML o al Hospital Lenín Fonseca, donde estuvo 53 días internado después de ser baleado.
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Curtis, que este miércoles tiene audiencia programada en el Juzgado Primero Distrito Penal de Juicio de Managua, solicitará permiso para que el reo dé el último adiós a su hermano José Iván Cruz.
Max está siendo procesado en dos causas: una junto a su esposa por “homicidio frustrado”, por defenderse con un palo de billar del antimotín que le disparó en la pierna derecha el 8 de octubre de 2018, y en la segunda causa está acusado junto a siete personas más de incendio, exposición de personas, daño agravado y robo agravado en perjuicio del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).
El secuestro de Max se dio después que el 7 de octubre, los pobladores de Ometepe realizaron una caravana con bicicletas entre la comunidad Urbaite y el casco urbano de Altagracia, para protestar contra el régimen, pero la Policía Orteguista atacó la marcha y empezó a dar persecución a los participantes.