14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Cuba detrás de todo

Cuando se analiza el drama dantesco de Venezuela siempre se unen en primera plana a Chávez y a Maduro, como los causantes del menú de espanto que ha vivido y sigue viviendo ese noble pueblo.

En los terribles episodios de Nicaragua, con jóvenes muertos, con templos religiosos atacados, sacerdotes heridos, represión sin límite y hoy una economía en decrecimiento, Daniel Ortega y su siniestra esposa aparecen como los causantes del duro trance que por estos tiempos vive ese país.

En la injustificable postulación del boliviano Evo Morales, por encima de la voluntad popular que dijo no a la reelección, este personaje aparece como el gran villano de la película.

En la destrucción del Brasil, en la corrupción que lo azotó, es Lula quien aparece como el principal responsable.

En la devastación del Ecuador, que para nadie ya admite duda, la FARC (Familia Revolución Ciudadana) es la gran culpable de lo que ha acontecido.

Pero nadie habla de quién está atrás de estos tristes episodios: Cuba. Realmente Cuba se la ha sacado más que barata. Recibiendo petróleo venezolano por años en forma subsidiada, aceptando donaciones de casas del gobierno ecuatoriano, enviando hacia todos los países que entraron en el cuento del “Socialismo del Siglo XXI” a médicos a los cuales explotaban, porque esos médicos recibían una fracción del salario y la mayoría del pago iba al gobierno cubano (esclavitud moderna), beneficiándose de toda una plataforma continental que montaron usando a varios tontos útiles, la perversa y cruenta dictadura cubana la ha sacado más que barata, siendo el principal artífice de esa monstruosidad llamada “Socialismo Siglo XXI”.

Es que ante la evidencia de los conflictos armados como los protagonizados por las FARC, el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN), el Ejército de Liberación Nacional (ELN), Sendero Luminoso, Tupamaros, Montoneros, etc., jamás serían exitosos, la inteligencia cubana diseña una estrategia brillante: conseguir de forma democrática el poder y transformar luego las sociedades en las cuales obtuvieron el triunfo electoral en tiranías despóticas, para eternizar a sus títeres y aliados en el poder, y exportar así su modelo de revolución.

Cuando los líderes de países del primer mundo amenazan a Venezuela, cuando la OEA se pronuncia contra Venezuela, cuando la prensa hace el análisis detallado de lo que pasa en ese país o en Nicaragua; cuando en el Ecuador vemos la destrucción de nuestra economía, la corrupción, la afectación a la justicia, la destrucción institucional, no mencionamos a Cuba. Y es Cuba, y su servicio de inteligencia altamente desarrollado, el país que reunió en Sao Paulo, en el famoso foro de Sao Paulo, a quienes iban a ser sus instrumentos, a quienes podían ser los tontos útiles que luego destruirían países, y evitar entre otras cosas que, como lo ha hecho Chile alejado de esta tontería, los países se distancien más de Cuba y la hagan quedar más en ridículo.

La coherencia en el momento actual de la historia de este continente exige desenmascarar a esa mano que lanzó la piedra y luego se escondió; exige que luchemos no solamente por liberar a Venezuela y a Nicaragua de dos tiranías, exige no solamente impedir que Evo siga avasallando la voluntad sagrada del pueblo y que evitemos que la FARC ecuatoriana se reagrupe, o que regresen los Kirchner a saquear a la Argentina. La coherencia exige que también elevemos el grito al cielo, y recordemos al mundo que el pueblo cubano ha sido sometido a 60 años de tiranía, de privación de la libertad, de ausencia de derechos políticos y de garantías individuales y colectivas.

[©FIRMAS PRESS]
El autor fue vicepresidente del Ecuador y es columnista habitual del diario El Universo

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí