Si la ministra de Salud, Sonia Castro, no dio la orden de negar atención médica durante las protestas del año pasado, tal como dijo en una entrevista a Canal 10, ¿por qué esperó tanto tiempo para hablar del tema? Es la pregunta que se hace la especialista en Salud Pública, Ana Quirós, quien señaló que las declaraciones de la ministra carecen de validez ya que existe mucha evidencia de lo sucedido.
La especialista consideró que no existe una auténtica preocupación del Ministerio de Salud (Minsa) por lo sucedido y el hecho de “que ella (la ministra) venga a decir esto (negar sus órdenes) diez meses después, eso le quita validez a sus palabras, porque si ella estuviera preocupada hubiera hablado desde que se dieron las denuncias”.
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Para Quirós, otra evidencia de que la orden de negar atención médica vino desde las altas esferas del Minsa son los múltiples despidos en los hospitales del país, ya que se produjeron automáticamente después de las protestas.
“No podemos obviar toda la evidencia de los despidos (en hospitales y centros de salud), ya que a los trabajadores los corrieron por no atender la orden que venía desde arriba y ¿cuál era la orden?”, se preguntó Quirós.
GIEI recomendó investigar a la ministra
Las denuncias de negación de atención médica en los hospitales públicos fueron corroboradas por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), quienes confirmaron que durante las protestas en los hospitales del Minsa dejaron morir al menos a cuatro personas heridas y brindaron atención negligente a manifestantes, por lo que en su informe final recomiendan investigar a la ministra Sonia Castro por delitos considerados de lesa humanidad.
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“Existe información consistente sobre múltiples situaciones de negación de atención, de formas de atención inadecuadas y de maltrato a familiares de personas heridas o ya fallecidas que implicaron una nueva forma de violencia del Estado contra los manifestantes”, dice el informe.
Además “todas estas situaciones… deberán ser investigadas y juzgadas cuando existan condiciones. Las investigaciones deberán determinar la dimensión de este fenómeno, qué tipo de órdenes emanaron de Sonia Castro, y de la Dirección de cada hospital, qué rol tuvo Fetsalud en los hechos, y qué medidas se tomaron —o no— para garantizar la salud pública en casos de suma gravedad”, continúa el documento.
“Una gran manipulación”
Mientras tanto, la ministra de Salud dijo al Canal 10 que “ha habido una gran manipulación” sobre el tema de la atención médica y “una vez más nosotros debemos decir que nunca fue una orden administrativa, gerencial, es más, a ningún director han señalado en particular que haya dado la orden”. Sin embargo, la funcionaria no explicó si está realizando alguna investigación sobre las denuncias en contra del Minsa.
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El caso más conocido sobre negación de atención médica en hospitales fue el de Álvaro Conrado, quien llegó al Hospital Cruz Azul desangrándose de una herida de bala en el cuello y en ese lugar no quisieron abrirle las puertas. Según el GIEI, al igual que en este caso, otras tres personas murieron porque en los hospitales públicos les negaron atención médica.
Durante las protestas del 23 mayo en Chinandega, Luis Ramón Cruz Alvarado, de 39 años, “fue trasladado de urgencia al Hospital España, donde rehusaron darle atención médica y lo dejaron agonizar hasta morir en la madrugada del día siguiente”.
De igual forma, “en el Heodra, de León, el GIEI documentó el caso de Cristian José Pineda Martínez, de 28 años, quien el 7 de mayo de 2018 concurrió a ese hospital… se le habría negado el acceso al hospital por considerarlo un estudiante”.
“En Ciudad Sandino se registró el caso de Juan Carlos López Martínez, de 24 años, herido por un disparo de arma de fuego, a quien se le negó atención médica cuando fue trasladado hasta el Hospitalito de esa misma ciudad”, dice el GIEI.
Se negó a atender a un recontra en 1992
En 1992 la doctora Sonia Castro —actual ministra de Salud— se negó a atender a un desmovilizado de la Contra en el hospitalito de Waslala. El excontra, llamado Erlin, resultó herido en una pierna luego que se liara a balazos con un policía al que mató. En lugar de recibir atención médica, Erlin murió por las balas de la Policía en las afueras del hospital.
Un reportaje de la revista Domingo del Diario LA PRENSA relata que Castro está viva de “milagro”, según sus propias palabras recogidas por los periódicos hace casi 27 años. Ocurrió el sábado 25 de enero de 1992. Esa madrugada un grupo de unos sesenta recontras llegó al hospital de Waslala, en el Caribe Norte, con la misión de secuestrar y asesinar a Castro.
En lugar de Castro fue asesinado el director del hospital de Waslala, el doctor Jesús Martín Villarreal Condega, quien se negó a revelar a los recontras la ubicación de la doctora.