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Daniel Ortega y Rosario Murillo, los dictadores de Nicaragua. LA PRENSA/ Tomada de El 19

Daniel Ortega reabre diálogo nacional

El régimen informó a través de una nota de prensa que se reunió con un grupo de “empresarios representativos del sector privado”

El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo informó la noche de este sábado a través de una nota de prensa que se reunió con un grupo de “empresarios representativos del sector privado”, pero sin que se conociera mayores detalles del encuentro, ni los nombres de sus protagonistas.

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Lo que sí se dijo es que en esta sesión estuvo invitado el cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua, así como el nuncio apostólico Waldemar Stanislaw Sommertag. La misma terminó en una promesa de diálogo de las autoridades gubernamentales.

“En el abierto intercambio, se ha confirmado la necesidad de un entendimiento para empezar una negociación, a través de un encuentro incluyente, serio y franco”, informó la dictadura.

 

Según el cardenal Brenes, tanto Ortega como Murillo estuvieron en la reunión, adonde escucharon de “manera receptiva” la preocupación del sector empresarial por la crisis que vive el país.

“Lo importante es que se van a estar dando estos encuentros y es un inicio para superar la problemática del país”, añadió el arzobispo de Managua.

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Por su parte, el presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada, José Adán Aguerri, valoró como importante el esfuerzo para abrir una puerta que ha estado cerrada durante mucho tiempo.

El embajador de Estados Unidos, Kevin Sullivan, dijo anoche que su gobierno acogía este esfuerzo, pero reiteró que “las negociaciones requerirán de esfuerzos de buena voluntad para alcanzar soluciones reales en tiempo real para el pueblo de Nicaragua”.

El encuentro con el sector empresarial se dio dos días después que se reanudaran también las conversaciones entre el régimen y la OEA.

Este fue el comunicado que emitió la Arquidiócesis de Managua:

 

La demanda de familiares de víctimas es justicia

Antes que se conociera el cónclave con los privados y la Iglesia, familiares de las víctimas de la represión consideraron que para que haya un diálogo o una negociación política que conduzca a una restauración de la democracia en Nicaragua esta debe pasar por la liberación de los presos políticos, cese a todo tipo de represión, adelanto de elecciones, la búsqueda de la justicia y el respeto de las libertades de los ciudadanos para expresarse libremente en las calles.

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“No se puede ni se debe dialogar bajo esas condiciones (las de Ortega), porque algo fundamental que debe prevalecer es la verdad, acorde a la realidad, porque negar que en Nicaragua se cometieron delitos de lesa humanidad, que todo el aparato del gobierno trabajó estructuralmente para asesinar a nuestros familiares, eso nadie lo olvidará y mientras no se conozca la verdad acompañada de justicia, jamás se podrá avanzar”, planteó Francys Valdivia, presidenta de la Asociación Madres de Abril.

El jueves pasado, a pedido del régimen, vino al país Gonzalo Koncke, jefe de gabinete del secretario general de la OEA, Luis Almagro. Aunque ambos actores reconocieron el encuentro, y se puede deducir que el canal de comunicación se ha reabierto tras meses de distanciamiento, sus posiciones no pudieron ser más contradictorias.

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Según el comunicado de la OEA hecho público el viernes reciente, “la delegación planteó la liberación de los presos políticos, la necesidad de contar con avances en el proceso político electoral y la importancia de considerar las recomendaciones del Sistema Interamericano”.

La respuesta de la dictadura a la delegación del organismo regional es que las personas detenidas —los presos políticos— “han recibido un debido proceso” judicial.

En el comunicado de la Cancillería de Nicaragua ni siquiera se menciona el tema de los reos políticos o que Daniel Ortega acepte trabajar las reformas electorales, a las que él mismo se había negado, pero con miras en 2021, cuando se vence su período. De manera que Ortega sigue cerrado en adelantar elecciones. Valdivia sostiene que todo proceso de diálogo debe estar fundamentado en la búsqueda de la verdad y la justicia a las víctimas de la represión orteguista.

La delegación de la OEA que llegó al país a reunirse con el régimen de Daniel Ortega se marchó sin informar llos motivos por las cuales llegaron a Nicaragua
Gonzalo Koncke, jefe de gabinete del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro. LA PRENSA/Jader Flores

Piden que los incluyan

“Verdad, esclarecimiento de los hechos. ¿Quién asesinó a nuestros familiares? La inclusión y participación activa de nosotros, los familiares de las personas asesinadas. Si se va a instalar en Nicaragua un diálogo o mesa de negociación, no podría hacerse sin la participación activa de nosotros, pero además debe cesar todo tipo de represión, adelantar elecciones y no esperar hasta el 2021”, aclaró Valdivia.

Brenda Gutiérrez, miembro de la directiva del comité proliberación de presos políticos, aseguró que es inaceptable lo planteado por Ortega a la delegación de la OEA.

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“Aquí lo que queremos ya es la liberación de todos nuestros presos políticos, que fueron secuestrados y nunca recibieron un debido proceso, que se pare la represión y que se anticipen elecciones nacionales; esa es nuestra posición y casi de todo el pueblo de Nicaragua”, indicó Gutiérrez, antes que se conociera de la reunión con el empresariado.

Ortega bajo presión

El estudiante universitario Harley Morales, miembro del desaparecido Diálogo Nacional, calificó de muy importante el contacto nuevamente de la OEA con el régimen de Daniel Ortega, pero advierte que esto no quiere decir que las condiciones o propuestas que Ortega plantea son aceptables.

Para Morales, que Ortega haya aceptado la presencia de la OEA nuevamente, después que meses atrás pidió la renuncia de Luis Almagro y este llamó a asfixiar a la dictadura, obedece a las presiones internacionales.

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“Ortega tiene la presión internacional: por un lado, Estados Unidos exige elecciones adelantadas y, por otro, la Unión Europea demanda diálogo y liberación de los presos políticos y la OEA que está a punto de aplicarle la Carta Democrática a Ortega, entonces, yo siento que está muy debilitado”, señaló Morales.

El analista político y experto en temas constitucionales Gabriel Álvarez vio como positivo el acercamiento de la OEA con el régimen de Ortega porque abre canales de comunicación, pero calificó “de falacia” el comunicado de la dictadura, el cual “estaba dirigido a sus bases”.

“Me parece positivo que vuelva la OEA a Nicaragua, porque solamente con un diálogo sincero podemos restaurar el orden democrático del país, pero lo planteado por el régimen en su comunicado es una falacia”, resaltó el jurista Gabriel Álvarez.

El estilo del dictador

El periodista y analista político Luis Sánchez Sancho sostuvo que la postura de Daniel Ortega, en su última reunión con la OEA, es la del caudillo que solamente busca ganar tiempo.

“Ortega es de ese tipo de políticos que cuando considera que tiene un tiempo por delante, retrasa las decisiones, en ese caso ¿cuál es la decisión? Abrir un diálogo o no, y eso lo hace para ganar tiempo”, opinó.

No obstante, dijo que Ortega ante las presiones internacionales sí está buscando cómo abrir una negociación y, por tal razón, convocó a la OEA a visitar el país.

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Las protestas, que Ortega ordenó reprimir, iniciaron en abril del año pasado.

Para atacar a la población, que demandaba su salida del poder, la dictadura usó a la Policía Orteguista y a paramilitares. Entre 325 y 535 personas fueron asesinadas durante la represión estatal, miles salieron heridos y miles huyeron al exilio para salvar sus vidas, según organismos de derechos humanos. Pese a que había un proceso de diálogo iniciado en mayo pasado bajo la mediación de los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) y que buscaba una solución a la crisis sociopolítica, Ortega socavó el proceso, descalificó a los religiosos e intensificó la represión.

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