Las ventas de vehículos nuevos y usados cayeron drásticamente en Estelí y Carazo, desde el año pasado, producto de la crisis generada a raíz de las protestas antigubernamentales que iniciaron a mediados de abril.
Los más afectados han sido los propietarios de autolotes de vehículos usados que pasaron de vender entre cinco a siete vehículos al mes, a caer en cero sus ventas en enero y febrero de 2019.
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El empresario Noel Blandón, un vendedor de vehículos usados en Estelí, dijo que a la crisis se le añade los exagerados cobros de impuestos en las aduanas para meter los vehículos usados, lo que ha obligado prácticamente a dejar de importarlos.
También la mayoría de las agencias de venta de vehículos nuevos pasan por serias dificultades, a tal punto que en las redes sociales se dio a conocer el cierre y despido de altos funcionarios de una de las casas vendedoras de vehículos nuevos y usados más emblemáticos de Nicaragua.
Ventas caen drásticamente
Uno de los gerentes de estas empresas privadas con presencia nacional se limitó a decir que la agencia que él maneja en esta ciudad ha tenido que reducir empleados y el inventario de vehículos nuevos, principalmente de las conocidas marcas Toyota, Suzuki, Isuzu y Nissan, en todas sus variedades, al regresarlas a la casa matriz en Managua, debido a que las ventas cayeron drásticamente en Estelí.
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“Este año, en enero y ahorita en febrero, no se ha vendido un solo vehículo nuevo”, se limitó a decir el gerente de esa empresa automotriz.
Gerardo de Jesús Sánchez Fajardo, vendedor desde hace cinco años de vehículos usados, dijo que la venta de camionetas a las que se dedica a comercializar se cayeron totalmente este año. “El años pasado nosotros estábamos vendiendo entre siete y once camionetas de las Toyota 22R, zanconas y de las pequeñas, y ahorita entre enero y febrero no hemos comercializado tan sola una”, dijo.
En Carazo
Leonardo Mojica Sánchez, de 71 años, lleva cuarenta años vendiendo autos usados. Sostuvo que desde abril pasado hasta la fecha ha logrado vender solo un automóvil y que obtuvo un margen de ganancia de trecientos dólares.
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Este señor afuera de su casa mantenía su lote de vehículos, pero ha dejado de hacerlo porque no cuenta con financiamiento y porque asegura que no quiere más deudas. Tres camionetas, un tráiler y dos motocicletas es con lo que ahora cuenta para negociar. “Aquí desde en abril a esta época no se mueve absolutamente nada, la gente solo pregunta y no compra nada, es una situación bastante crítica”, dijo.
Argumentó que antes que se generara la crisis vendía entre siete u ocho vehículos al mes. “La gente no tiene dinero y la situación que está pasando el país es alarmante, la gente te visita y se queja, no tiene con que comprar, solo te preguntan por el precio de los carros o de las otras cosas que vendo y dan la vuelta, no hay circulante”.
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Norwin Novoa es otro afectado. Tiene su autolote en la entrada de Jinotepe y asegura que “las ventas se han bajado, antes de la crisis vendía mis cuatro o cinco carros al mes, ahora si está muerto esto, si vendemos un carro es suerte”, dijo.
Novoa explicó que antes los bancos financiaban los carros que él ofrecía a sus clientes, pero ahora ya no cuentan con ese beneficio de crédito. “Ahora ya no hay financiamiento y eso también me ha afectado. Yo tenía vehículos que costaban quince y hasta veinte mil dólares y se vendían, ahora tengo que enfocarme en carros más baratos, porque esto ya no es tan rentable”, refirió.