Desbordado emocionalmente por partida doble se mostró Armando Goufas: llegaba a Nicaragua por primera vez para ganarse un lugar en la Selección de Futbol, la que siempre quiso representar, y volvía a mirar a su mamá, Bertha Silva, después de año y medio.
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“Estoy feliz de estar aquí en el país de mi mamá y poder jugar con la Selección de Futbol. Quiero ayudar al equipo. El sueño de estar aquí con la Selección lo tengo desde hace dos años. Agradezco a mi amigo Marvin Reyes quien me ayudó para estar aquí y al profesor (Henry) Duarte por darme la oportunidad. Estaba difícil que viniera por lo del idioma, pero le pedí (a Duartet) que me diera una oportunidad”, relató Goufas, quien para mayor comodidad prefirió hablar en griego y su mamá tradujo a los presentes.
Goufas está aprendiendo hablar inglés, idioma en el cual recibirá las instrucciones a través del seleccionador o su compañero, Renato Punyed, quien al igual que él llegan por primera vez a la Azul y Blanco. El delantero del Oródotos FC griego interesó al cuerpo técnico de la Selección desde 2017, sin embargo se complicó su convocatoria por el idioma. “Conozco a algunos jugadores como Juan Barrera, pero los que he visto son buenos. Ahora aquí voy aprender más de este futbol”, añadió el atacante quien sonrió feliz al ver una copia de la camisa de la Azul y Blanco. “Creo que me irá muy bien con ella”, aseguró.
Armando y su mamá se fundieron un profundo abrazo en la puerta de salida del Aeropuerto Internacional de Managua para luego marcharse a Diriamba junto a Punyed. “Tenía un sueño de venir a Nicaragua y se cumplió cuando menos lo esperábamos. Él me esperaba en Grecia hasta hace poco, pero está aquí”, indicó Bertha, muy feliz de ver a su hijo en Nicaragua buscando su sueño de jugar con la Selección de Futbol.