Antes que estallara la crisis sociopolítica en Nicaragua, el secretario general de la Alcaldía de Managua, Fidel Moreno, constantemente convocaba a los medios de comunicación oficialistas a que lo acompañaran a visitar los proyectos municipales; pero a raíz de ser sancionado por Estados Unidos con la Ley Magnitsky, mantiene un perfil bajo desde julio del año pasado.
Desde entonces han sido pocas las veces que Moreno ha llegado a ver el avance de alguna obra. Estados Unidos argumentó la sanción en que Moreno “ha dirigido actos de violencia cometidos por la Juventud Sandinista y grupos armados a favor del gobierno que han sido implicados en numerosos abusos contra los derechos humanos relacionados con las protestas en curso contra el gobierno de Nicaragua”.
Para el concejal del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), Agustín Cedeño, el perfil bajo que mantiene el funcionario es por prudencia al ser sancionado por la Ley Magnistky, “ya que ni debería de ser el secretario general de la comuna. Un hombre que está señalado a nivel internacional, debería la alcaldesa de buscar otro secretario”.
Por la misma sanción, Moreno tuvo que dejar de firmar como administrador general y apoderado legal de la municipalidad, siendo reemplazado por la alcaldesa Reyna Rueda, quien también ha mostrado su fidelidad al régimen de Daniel Ortega pese a su brutal represión en los últimos diez meses.
Cedeño no dudó en que Moreno siga mandando en la Alcaldía capitalina, solo que ahora lo hace sin figurar.
Rueda, quien el pasado mes de enero cumplió un año como alcaldesa, es rechazada por su apoyo al régimen al que pertenece. En días recientes, estuvo en San José, Costa Rica, con la intención de participar en una actividad artística, pero se regresó a Managua.