El régimen Ortega-Murillo ha arreciado la cacería de personas que participaron en la lucha cívica, los juicios, las condenas y el tratamiento que reciben los presos políticos, quienes han denunciado ser víctimas de al menos cuatro palizas en lo que va del año.
El pasado 31 de diciembre, al cierre del 2018, un grupo de presos fue golpeado; el miércoles 24 de enero, autoridades del Sistema Penitenciario Nacional Jorge Navarro, conocido como La Modelo, se llevaron varios de los alimentos que tenían los reos, entraron a las celdas bajo la justificación de requisa. Los alimentos habían sido entregados por sus familiares un día anterior.
Las últimas dos agresiones ocurrieron el 18 y 19 de febrero. Se presume que la agresión del último día fue por cantar el Himno Nacional. Todos estos abusos han sido denunciados por los familiares y los abogados defensores.
Mientras tanto, en la Cárcel de Mujeres La Esperanza, las reas políticas no viven una situación diferente a la de los hombres, ya que varias de ellas han denunciado ser víctimas de agresiones físicas, la última denuncia fue la golpiza contra Irlanda Jerez y otras presas políticas.
“Estamos hablando de golpizas tremendas en los penales, actos de represión horrorosos en los sistemas penitenciarios solo por el hecho de cantar el Himno (Nacional) les dan golpizas horribles (..)”, destacó el abogado de CDPH, quien a la vez señaló el aislamiento al que fueron sometidos varios de los presos políticos, que están en celdas de máxima seguridad.
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Para el también defensor de derechos humanos, es claro que se está ante un “gobierno que nunca le han interesado los derechos humanos”, lo mismo ocurrió en la década de los ochenta, con Ortega al mando del país.
Actualmente, “hubo un tiempo de simulación del actual presidente que ya no iba a hacer más de lo mismo (represión), pero al final él es el mismo”, expresó Cuevas.
Pese a que múltiples organismos, tanto nacionales como internacionales, han señalado las pésimas condiciones en que se encuentran los presos políticos, y demandado su libertad, el régimen sigue deteniendo a más personas.
“Estamos hablando de una persona (Ortega) que siempre ha apostado a la represión para resolver los asuntos que se deberían de resolver de manera cívica y pacífica, dialogando”, expresó Cuevas.
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Estado de terror
Para el abogado de la Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH), Pablo Cuevas, el régimen de Daniel Ortega considera que al someter a las personas por el miedo pretende que la gente que piensa diferente le tenga miedo y no externe sus pensamientos. A través de un régimen de terror busca acallar las voces discordantes, expresó. “Inflige sufrimiento, y entonces eso conlleva al terror y su lógica (de Ortega) es de que eso va a provocar que la gente que no comulga con él deje de expresarse, de manifestarse; esa es su lógica”, dijo.
Reos en máxima
Figuras que se destacaron en la lucha cívica como el campesino Medardo Mairena, el líder estudiantil Edwin Carcache, el docente de historia Ricardo Baltodano, entre otros, fueron aislados del resto de presos políticos y están recluidos en celdas de máxima seguridad, donde también han sido víctimas de violaciones a sus derechos. Mairena ha sido condenado a 216 años de prisión.