Cada vez más personas deben trabajar en lugares alejados de su ciudad natal, lo que les lleva a enfrentar una extrema nostalgia al encontrarse alejados de casa.
Cuando una persona se traslada de un sitio a otro se enfrenta a tantos cambios que puede resultar abrumador. En casos extremos, la persona puede experimentar insomnio, pesadillas, problemas para concentrarse, e incluso ataques de pánico. En algunas ocasiones, también se presenta la falta de socialización, publica Grandes Medios.
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Sin embargo, existen muchas formas de enfrentar esta situación. Lo principal es que la persona logre construir redes de apoyo y rodearse de personas que le ayuden a sentirse cómoda y a gusto en el nuevo lugar.
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Se recomienda crear el hábito de identificar con constancias aquellas cosas de las que se está agradecido, y qué entusiasma a la persona sobre los días que están por venir. Hay quienes luego de identificarlas, las escriben cada noche antes de dormir.
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Para lidiar mejor con los cambios, también se suelen aconsejar ejercicios de priorización que ayuden a la persona a entender e interiorizar la razón por la que se encuentran en ese sitio y no de regreso a casa. Entender que el proceso para alcanzar esa meta puede estar lleno de cosas fructíferas y experiencias que motivan el aprendizaje y el crecimiento personal.