Cuando vence hoy el actual salario mínimo de nueve categorías económicas, los aliados del orteguismo fracasaron esta mañana en la séptima y penúltima ronda de negociación del ajuste, por lo que según el Consejo Nicaragüense de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Conimipyme) el próximo 7 de marzo se realizará la última reunión y lo que se acuerde será aplicado retroactivamente.
Leonardo Torres, presidente de Conimipyme, expresó que en esta reunión el dirigente sindicalista Luis Barbosa, en representación del Frente Nacional de los Trabajadores (FNT) presentó la propuesta del aumento del 4 por ciento para las micro y pequeñas empresas y del 6.25 por ciento para el resto de sectores.
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“Conimipyme no la aceptó en estos términos, suspendimos y vamos a la última reunión el 7 de marzo. Nuestro interés es defender empleo o sea no afectar el actual y buscar cómo generar nuevo empleo, no podemos aumentar muy alto”, dijo Torres.
Este año la empresa privada representada por el Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) se abstuvo de participar en la mesa de negociación, por la ruptura que hubo con el régimen, tras la crisis sociopolítica que inició el pasado 18 de abril.
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Hasta el momento hay diversas propuestas y la única resolución que ha sido aprobada es que la revisión se dé cada seis meses, tomando en cuenta el contexto actual que vive el país y que la misma ley del Salario Mínimo que así lo contempla. En caso de que el próximo 7 de marzo no se logre un acuerdo, la Ley del Salario Mínimo establece que será el Ministerio del Trabajo el que decida sobre este tema.
“Yo busco el acuerdo tripartito, pero tenemos que tener cuidado diferenciando las micros y pequeñas, pero tampoco subir mucho al resto del sector empresarial, digo no subir mucho al sector empresarial porque puede afectar el empleo, esa es la realidad de la economía en este momento”, sostuvo Torres.
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Esta semana precisamente Roberto González, representante de la Central Sandinista de los Trabajadores (CST) argumentó que el salario mínimo debía ser ajustado debido a que los precios de los productos de la canasta básica han subido.
El planteamiento de Conimipyme es que no haya ajuste tomando en cuenta que el año pasado el Producto Interno Bruto habría caído un cuatro por ciento y la inflación 3.24 por ciento. Generalmente los negociadores del salario mínimo suman ambos indicadores para tomar como base la discusión del ajuste. En esta ocasión, esta operación matemática da como resultado un número negativo.
La Central Sandinista de Trabajadores (CST) sostuvo ayer que mantienen su propuesta de un ajuste al salario mínimo diferenciado de entre 3 y 8.25 por ciento. Un primer tramo de tres por ciento para las micro y pequeñas empresas, un segundo de cinco por ciento para las asistentes del hogar y vigilantes; y un tercer tramo de 8.25 para el resto de sectores.
Las negociaciones del salario mínimo se dan en un contexto de crisis económica, que amenaza con agudizarse dada la decisión del régimen de imponer un paquetazo fiscal que apunta a una descapitalización de las empresas y aumento de precios que hundirán aún más la demanda nacional. Además las empresas acaban de soportar junto con los trabajadores un paquete de ajustes en materia de Seguridad Social.
El panorama económico se vuelve más insostenible por la falta de voluntad del régimen de Daniel Ortega de buscar una salida negociada a la crisis política que condujo a la economía a una profunda recesión desde el 18 de abril de 2018.